“Si no puedo ver por mí mismo la liberación de este pueblo, la veré a través de mis ideas”.
“Nuestra aspiración es que un día, cuando los niños que están empezando hoy a hablar sean hombres viejos y de nosotros no quede si no una cruz sobre una tumba, esos viejos les digan a sus hijos que el compañero Juan vivió y murió pensando cada hora de cada día en servir a su pueblo”.
“Si mi vida llegara a ser tan importante que se justificara algún día escribir sobre ella, habría que empezar diciendo: “Nació en la Vega, República Dominicana. El 30 de junio de 1909, y volvió a nacer en San Juan de Puerto Rico a principios de 1938, cuando la lectura de los originales de Eugenio María de Hostos le permitió conocer qué fuerzas mueven el alma de un hombre consagrado al servicio de los demás”.
“Nadie se muere de verdad si queda en el mundo quien respete su memoria”.
La historia y el futuro de los pueblos
“El porvenir de los pueblos es obra de sus hijos más que de sus padres, de los que viven y de los que van a vivir, más que de aquellos que rindieron sus tareas y se marcharon con los siglos. La obra buena de los muertos, como su obra mala, es propiedad de la historia; pero la obra buena del porvenir es el fruto de las buenas intenciones y de la capacidad para convertirlas en hechos”.
“Hay personas que creen que los hechos históricos son producidos por los grandes hombres, y resulta que es al revés; son los hechos históricos los que producen a los grandes hombres”.
“Ningún hombre es superior a su pueblo”.
La verdad, el valor y la lucha
“No hay arma más potente que la verdad en mano de los buenos”.
“La verdad no es un artículo que se compra y se vende con beneficios”.
“Toda obra digna para a menudo bajo las sombras de la infamia; el que combate, sin embargo, no puede detenerse ante la infamia”.
“El valor por sí sólo sirve para matar y morir, no para dirigir y triunfar”.
“La lucha de los pueblos es constante; nacen mártires donde muere uno: florecen las ideas allí donde las persiguen; un pasado heroico, cuajado de nobles hombres, estimula a los jóvenes e ilumina el porvenir”.
“Los hombres no saben vivir aplastados por el terror, y allí donde sufren, allí alimentan la esperanza de vencer al infortunio”.
La virtud, el deber y los hechos
“Los pueblos dignos, como los hombres con estatura moral, buscan dar, no recibir; buscan ayudar, no pedir ayuda”.
“No basta tener ideas; hay que hacerlas realidad en lo grande y en lo minúsculo”.
“El hombre no puede cumplir su destino en la sociedad sino convierte sus ideas y sus deseos en hechos, porque sólo los hechos tienen verdadero valor en la vida social”.
“Sólo quien reconoce la grandeza ajena puede ser grande, y que los que discuten la gloria de otros carecen del derecho a disfrutar la propia”.
“Lo perfecto es enemigo de lo bueno, y el hombre no debe aspirar a ser perfecto sino bueno nada más. Cuando se pasa de los límites de lo bueno y se entra en el afán de la perfección, lo que se hace es cultivar la vanidad, la vanidad individual; cultivar un sentimiento realmente mezquino, porque es un sentimiento que se limita a la persona que lo tiene. Por tanto no se debe ser perfeccionista, pero se debe tratar de hacer las cosas bien”.
La educación y la formación de la consciencia
“El destino de cada uno está en la educación que se le haya dado. Para que su conducta sea buena, el hombre tiene que ser mejor educado”.
“Hay que educar al hombre para que respete las leyes. Sin leyes no hay sociedad humana, y las leyes sólo tienen valor si cada persona las acepta y las respeta y las hace respetar”.
“La creación de la consciencia moral es el fin último de la evolución social. Lo que persigue el hombre es lo bueno. Lo bello, lo útil, lo justo y lo verdadero están dirigidos al establecimiento de una sociedad en que la consciencia social esté tan educada y evolucionada, que la bondad sea un principio naturalmente ejercido por todos”
“La libertad es un bien que no puede ponerse en peligro por debilidades, y el aire de la libertad se contamina de sutiles venenos allí donde en su nombre se permite que florezca la villanía
“No es ciudadano el que ignora cuáles son sus deberes y cuáles son sus derechos (…). No puede haber paz donde no hay consciencia cívica y no hay consciencia cívica donde no hay cultura”.
El trabajo, la disciplina y la mística
“Los jóvenes que aspiran a ejecutar su obra de un día para otro se exponen a desencantos dolorosos, pues nada que no tenga sus raíces en el tiempo puede perdurar. Y la única manera conocida de enraizar algo en el tiempo es trabajando”.
“Cuando se está ante una tarea larga y complicada, es mejor madrugar lo más que se pueda y acostarse sólo cuando ya no queden fuerzas para seguir en pie”.
“Toda obra de la creación – del hombre o de la naturaleza- se realiza en el seno del tiempo, y hay una sola manera de llevarla a cabo, que es trabajando. El creador, pues, está obligado, por la misma fuerza que lo lleva a crear, a sumergirse en el tiempo para trabajar.”
“No podría haber disciplina donde faltara la mística, pero tampoco podría haber mística donde faltara la disciplina, y nadie puede imponer la disciplina allí donde trabajando en una misma tarea cada quien la lleva a cabo como le parece, no como debe hacerse”.
El amor como fuerza creadora
“Sin amor es imposible hacer algo creador. La gallina, que es considerado el más cobarde de los animales domésticos, se lanza como pequeña fiera emplumada sobre el que se acerque demasiado a sus polluelos. El amor hace fuerte a los débiles y valientes a los cobardes. El amor obra milagros”.
El escritor, la cultura y la humanidad
“El escritor es un hombre de su tiempo, y siendo un hombre de su tiempo tienen que afectarle las condiciones en que vive el pueblo, la situación general del mundo, y éstas preocupaciones se van a reflejar en su obra”.
“Prefiero al escritor comprometido, pero comprometido son la causa buena, y la causa buena es la lucha por la liberación de los pueblos, por la liberación de los hombres. La causa buena es la que señala un rumbo, un camino hacia el futuro, un camino hacia el mayor bienestar de la humanidad, no de una minoría que viva a expensas el resto de la humanidad, sino de la humanidad completa. El escritor debe tener una conciencia bien clara de que el mundo mejor sería el mundo donde todos pudieran ser escritores y pintores y músicos y bailarines y cantantes. Es decir, el mundo donde las facultades humanas, las mejores facultades humanas, se expresaran son mayor intensidad y mayor brillo”.
“No creo que literatura puede cambiar el mundo, pero creo que la literatura como toda actividad humana, contribuye a iluminar la mente de los hombres, y que puede embellecer, enriquecer mucho la vida del hombre. La literatura no puede escapar de ninguna manera a la realidad social, económica, política, cultural, de los seres humanos”.
“En su significación más amplia y profunda, la palabra cultura significa la acumulación de todos los conocimientos y de todas las artes que la humanidad ha venido creando en su larga lucha en dominar la naturaleza que lo rodea, de la cual saca su sustento, su techo, lo que la viste y cura, y en suma, todo lo que ha necesitado para mantenerse con vida y constante evolución”.
La patria y los patriotas
“A la patria no se le usa, se le sirve”.
“Nosotros somos una tierra pequeña, que sólo podemos engrandecernos por el amor, por la virtud, por la cultura, por la bondad”.
“Si para nosotros no hay nada tan admirable, hermoso y grande como el hombre, nada puede ser más admirable, hermoso y grande que el pueblo dominicano”.
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