lunes, 18 de junio de 2012

JUAN BOSCH : EL FRACASO DEL SITEMA

JUAN BOSCH EN 1969 YA DECÍA :"NO ES EL PUEBLO DOMINICANO QUE HA FRACASADO, ES EL SISTEMA EN QUE HA VIVIDO EL QUE HA FRACASADO"

No nos hagamos ilusiones. No es con ayuda norteamericana como nosotros podemos solucionar nuestros problemas. Nuestros pueblos han llegado a la situación que dicen los números copiados en este trabajo en los años que más grande ha sido la expansión del bienestar en otros países del mundo, especialmente en los Estados Unidos.

Lo que tenemos que prever es lo que sucederá cuando en esos países se presente una crisis económica. No hay soluciones extranjeras. Esas soluciones han fracasado completamente. Este fracaso fue reconocido por el presidente Nixon cuando al hablar en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, el 15 de abril, en ocasión de la celebración del Día de las Américas, dijo que el crecimiento de la economía latinoamericana no era más grande que cuando se inició ocho años atrás el programa de la Alianza para el Progreso. “La proporción de crecimiento [económico de la América Latina] es menor que la de los países no comunistas del Asia”, declaró Nixon en esa oportunidad (ver “Nixon Cast Doubt on Future of the Alliance for Progress”, en International Herald-Tribune, Paris, April 16, 1969, p.1). Pero antes de que el presidente de los Estados Unidos admitiera el fracaso de la Alianza para el Progreso había sido admitido en los centros directores de aquel país el fracaso total de toda la política elaborada para el desarrollo de la América Latina. Durante años y años los expertos en el asunto estuvieron hablando de que había que cambiar las estructuras, pero de pronto comenzaron a hablar de otra cosa; empezaron a decir que la causa del atraso latinoamericano era el aumento de la población, y luego empezó a decirse que si no se contenía ese aumento no podría haber desarrollo.

En 1968 se había generalizado en los Estados Unidos y en los círculos sociales y económicos más altos de nuestros países la idea de que para que la América Latina progresara era necesario evitar que siguieran naciendo tantos latinoamericanos. Esa era la manera más falsa de decir que los planes habían fracasado, que las perspectivas hacia el porvenir indican que éste será peor que el pasado. Nada es más absurdo que la idea de confiar la solución de los problemas latinoamericanos al control de la natalidad, pues si es verdad que el ser humano que va a nacer consumirá más comida, más ropa, más electricidad, más vehículos, más medicinas y más libros, también es verdad que sólo el ser humano produce esas cosas, y en consecuencia lo que hay que hacer no es evitar que el ser humano se multiplique; lo que debe hacerse es poner al ser humano en condiciones de que multiplique los bienes que necesita para producir los artículos que él consume. Ahora bien, ¿por qué se cree que debe suprimirse el nacimiento de más latinoamericanos? Porque se cree que el latinoamericano es un hombre que no tiene condiciones para enfrentar las tareas del desarrollo, y ésa es una idea racista y discriminatoria, que los latinoamericanos tenemos que rechazar con energía.

 No somos nosotros los que hemos fracasado; ha sido el sistema social, económico y político en que hemos vivido. En vez de suprimir la vida de los latinoamericanos que van a nacer debemos dedicarnos a crear para nosotros y para ellos una sociedad más libre, más rica y más justa, en la que con el esfuerzo de todos aseguremos la libertad, la riqueza y la justicia para todos, no para una minoría. Pues el sistema ha fracasado para los pueblos, no para las minorías privilegiadas, y mientras ese sistema no sea destruido y pongamos otro en su lugar, las minorías seguirán gozando de privilegios y las mayorías seguirán siendo esclavas, seguirán padeciendo miseria y seguirán sufriendo injusticias. El sistema en que hemos vivido hasta ahora ha sido el mismo que establecieron en nuestras tierras los españoles, los portugueses, los ingleses, los franceses, los holandeses; ese sistema evolucionó en otras partes de América y del mundo pero no en nuestros países, y dados los cambios que se han hecho en la Humanidad, ya no podrá evolucionar en la América Latina tal como evolucionó en otras partes. Nuestra organización social se quedó en una etapa atrasada debido precisamente a que el progreso en otras regiones de América produjo fuerzas que ahogaron en la América Latina el desarrollo capitalista e impidieron que nuestras estructuras sociales se formaran según el modelo de la sociedad capitalista. Las estructuras sociales dependen de la forma en que se relacionan los hombres y los medios de producción.

 En los países donde toda la sociedad, a través de sus organismos superiores gobiernos y otras instituciones—, es la dueña de todos los medios de producción, el sistema económico y social se llama socialista; aquellos donde la dueña de los medios de producción es una clase llamada burguesía, el sistema económico se llama capitalista y el sistema político es la democracia representativa, organizada generalmente en repúblicas, federales o unitarias, y algunas veces monarquías de las llamadas constitucionales, en las que los reyes representan al país, pero no lo gobiernan. En el caso de la América Latina hay repúblicas que se llaman a sí mismas democracias representativas, pero no lo son, pues aunque vivimos dentro del sistema capitalista los medios de producción no pertenecen en su totalidad a las burguesías nacionales. ¿Quiénes, pues, dominan los medios de producción en la América Latina? Los dominan las oligarquías, y éstas son frentes formados por clases y sectores de clases, que resultan económicos, sociales y políticamente más fuertes que los grupos burgueses debido a que en esos frentes oligárquicos figuran los intereses norte-americanos, cuyo poder es más grande que el de todos los demás componentes de las oligarquías juntos. Los grupos burgueses latinoamericanos son arrastrados por esos frentes oligárquicos y conviven con ellos, especialmente con el componente norteamericano de esos frentes, situación a que los obliga su debilidad; pero no forman parte de ellos, y desde luego no los dirigen.

Las oligarquías latinoamericanas están dirigidas por el antiguo imperialismo, que ha sido sustituido ahora por el Pentagonismo. Es éste el que en todos los casos de crisis decide en última instancia qué debe hacerse en cada uno de nuestros países. Cuando no ha llegado la hora de la crisis, la vida de los pueblos latinoamericanos es dirigida por los sectores nacionales de las oligarquías, y dado que estos tienen métodos e ideas precapitalistas, aunque viven en países capitalistas, no están capacitados para llevar a cabo el desarrollo latinoamericano. Hemos oído durante años y años decir que la burguesía de la América Latina es una aliada del imperialismo norteamericano y que ésa es la causa de nuestro atraso. Eso puede ser verdad en aquellos países donde la oligarquía fue destruida y su lugar en la composición social pasó a ser ocupado por una burguesía nacional, como ocurrió en México; en los que disponen de dinero suficiente para impulsar la formación de una burguesía con fondos del Estado, como Venezuela.

Pero en la mayoría de nuestros países la situación es otra; los grupos burgueses no se hallan aliados al imperio-pentagonismo; son arrastrados por los frentes oligárquicos, y estos a su vez son dirigidos por el imperio-pentagonismo. Análisis de las sociedades de la América Latina Lo primero que nota cualquier observador de los fenómenos sociales es que la América Latina se halla organizada según las leyes del sistema capitalista y sin embargo no ha podido desarrollarse ni siquiera lo indispensable para mantener el grado de estabilidad política que ese sistema necesita. ¿Cómo se explica eso? ¿Dónde están las causas del atraso y de la consecuente inestabilidad política de la América Latina? En el sistema capitalista el desarrollo es dirigido y realizado por la burguesía, y en países donde la burguesía no tiene el mando político, social y económico total no puede haber desarrollo capitalista.

 El espectáculo de la falta de desarrollo en la América Latina debió llevar a los entendidos en la materia a la conclusión de que faltaba la clase que dirige al desarrollo capitalista o si esa clase existía no se hallaba al frente de la sociedad; y esa conclusión debió haber conducido también a los expertos a preguntarse tres cosas; primera, por qué esa clase faltaba o por qué no se hallaba al frente de la sociedad; segunda, quién ocupaba su lugar; y tercera, cómo estaban organizadas nuestras sociedades, en vista de que siendo capitalistas no lo estaban según el modelo europeo o norteamericano. Responder a esas preguntas requiere hacer un poco de historia, aunque sea de manera rápida. En la mayoría de los países de la América Latina las fuerzas sociales determinantes a principios de este siglo eran las oligarquías terratenientes, comerciales y bancarias; en los más retrasados eran el comercio exportador e importador, que se hallaba en muchos casos en manos extranjeras, y a él se aliaban la alta y la mediana pequeña burguesía y los grupos latifundistas. Desde las guerras de la independencia, iniciadas hacia el 1810, las luchas de los sectores oligárquicos entre sí, o las de las pequeñas burguesías en los países más retrasados, mantuvieron a América Latina en constante desorden; fue la época de las llamadas “revoluciones” y de los generales-presidentes y dictadores, y sólo había paz cuando un sector oligárquico se le imponía a otro mediante una dictadura —por ejemplo el sector comercial al latifundista, o viceversa— o cuando de la baja o la mediana pequeña burguesía surgía un hombre fuerte que se proponía establecer en su país las reglas de las sociedades burguesas. En el último caso, la dictadura se veía obligada a asociarse a un sector oligárquico, o bien al comercial o bien al latifundista, y acababa siempre destruida para dar paso a un gobierno de la oligarquía o a situaciones de luchas armadas que hacían retroceder al país a sus niveles anteriores.

 Ejemplos de este caso fueron las dictaduras de Ulises Heureaux en la República Dominicana y la de Santos Zelaya en Nicaragua. A principios de este siglo la burguesía no había podido desarrollarse más allá de la etapa del comercio exportador e importador, y éste no tenía capacidad para salirse del frente oligárquico porque se hallaba estrechamente unido por un lado a los grandes propietarios, pues vendía en el extranjero lo que ellos producían —café, cacao, algodón—, y por el otro lado al capital industrial extranjero, puesto que también vivía de importar los artículos industriales extranjeros. Esa doble alianza convertía a la llamada burguesía comercial en un dependiente de latifundistas y productores extranjeros, y un dependiente no dirige nunca; a él lo dirigen. Cuando comenzó la penetración de los capitales imperialistas norteamericanos en la América Latina movimiento que en algunas partes del Caribe y de México se inició antes de 1890—, el imperialismo halló que no tenía en nuestros países burguesías competidoras y que le era fácil y beneficioso aliarse a los frentes oligárquicos, puesto que estos dominaban generalmente los gobiernos, de manera que a través de ellos el imperialismo podía obtener las concesiones gubernamentales que necesitaba. Esa alianza resultaba lógica porque al penetrar en la América Latina el imperialismo lo hizo también como latifundista, en el sentido de que necesitaba grandes extensiones de tierra para producir bananos en América Central, azúcar en Cuba y Santo Domingo, o para explotar minas en México. Los grandes propietarios de nuestros países tenían necesariamente que entenderse con los grandes propietarios norteamericanos, y como estos llegaban a establecer explotaciones capitalistas en sus latifundios, mientras nuestros latifundistas seguían explotando sus tierras con mentalidad pre-capitalista, los últimos caerían rápidamente, como cayeron, al nivel de servidores políticos, sociales y económicos de los primeros, y tras ellos cayeron también sus aliados, los comerciantes exportadores-importadores. Desde el primer momento, pues, se inició un proceso casi natural de colonización, mediante el cual los sectores dominantes de las sociedades latinoamericanas reconocieron como su jefe al imperialismo norteamericano. Esto llegó a tales extremos que en algunos países —Cuba en 1908, Nicaragua en 1909— los componentes nacionales de las oligarquías llamaron a los norteamericanos a intervenir militarmente en sus países. El proceso no se desarrolló al mismo tiempo en toda la América Latina.

En algunos lugares se dieron condiciones especiales que permitieron cierto grado de capitalización y con él la ampliación comercial y la aparición de algunos débiles grupos burgueses, e incluso hasta la formación de bancos. Por ejemplo, Chile fue en el siglo pasado un fuerte exportador de nitratos para Europa; Argentina y Uruguay vendían también desde el siglo pasado carnes y lanas a Europa. En otros países, la capitalización que más influyó en la composición social fue la que produjo la Primera Guerra Mundial. La acumulación de capitales provocada por la Primera Guerra Mundial dio lugar a la formación de grupos burgueses, pero casi siempre asociados al sector comercial exportador-importador, y como éste se encontraba ya dentro del frente oligárquico y el imperialismo era quien tenía el mando de ese frente, esos grupos burgueses nacieron sometidos al imperialismo. En ciertas regiones de América Latina los capitales imperialistas eran europeos, y especialmente ingleses; en otras eran norteamericanos, pero en líneas generales actuaban en forma igual o parecida. En algunos países, sin embargo, se había formado burguesía en el siglo XIX, y ésta se alió a las oligarquías antes de la penetración imperialista, y así se vio el caso de Chile, por ejemplo, donde esa alianza produjo un régimen de democracia formal, con gobiernos estables, o el de Uruguay, con una democracia urbana bastante avanzada.

En otros la lucha entre la burguesía y la oligarquía se planteó en forma sangrienta, como sucedió en México en 1910. En otros los débiles sectores burgueses fueron representados en el terreno político por partidos cuyos líderes pro-cedían de la pequeña burguesía. La época de los golpes de Estado militares, que vino a sustituir la de las revoluciones, fue una etapa de luchas entre las oligarquías que no aceptaban su derrota política, y los débiles grupos burgueses, que pretendían conquistar el poder político. Esa etapa de luchas se inició hacia el 1930 y no había terminado todavía en 1968, año en que se dieron golpes de Estado en el Perú, Panamá y Brasil; en este último país, el golpe de 1968 fue dado dentro de las fuerzas que habían dado el de 1964, de manera que fue un golpe militar dentro de otro golpe militar. En lo que podríamos llamar su forma más clara, el mecanismo de los golpes ha sido el siguiente: La burguesía ha conquistado el poder mediante elecciones a través de un partido dirigido por pequeños burgueses y la oligarquía la ha derrocado mediante un golpe de Estado militar. A partir de la Segunda Guerra Mundial, cuando ya el imperialismo se había convertido en el integrante más poderoso de las oligarquías latinoamericanas, o por lo menos de la mayoría de ellas, los golpes de Estado militares contra los regímenes que pretendían desarrollar burguesías fueron decididos por los agentes imperialistas en favor de las oligarquías. ¿Qué llevaba al imperialismo a actuar así? Su decisión de impedir que en la América Latina se formaran grupos, sectores o clases que pudieran competir con él, que pudieran arrebatarle un territorio donde las empresas imperialistas ganan dinero con más seguridad, más facilidad, más rapidez y menos limitaciones que en su propio país. Para impedir la formación de esos grupos, sectores o clases, el imperialismo necesitaba aliados en la América Latina, gente que actuara bajo sus órdenes, y esos aliados eran los frentes oligárquicos. Un estudio de la gente que ha organizado los golpes de Estado en la América Latina arrojaría mucha luz en el terreno social y económico. Los golpes de Estado han sido organizados por las oligarquías, con muy pocas excepciones; en cambio, las revoluciones fueron organizadas o por burgueses —Francisco Madero, en México; José Figueres, en Costa Rica— o por pequeños burgueses —Acción Democrática de Venezuela en 1945, Fidel Castro en Cuba—, y el proceso electoral era encabezado en todos los casos por partidos pequeños burgueses de ideología democrática. Los bancos centrales, instituciones típicamente burguesas, comenzaron a organizarse después que empezaron a formarse burguesías. Por eso no había ninguno antes de 1923. Ese año se fundó el de Colombia; los de Chile y México se fundaron en 1925; el de Ecuador en 1927, el de Bolivia en 1929, el de Perú en 1931, el de El Salvador en 1934, el de Argentina en 1935, el de Venezuela en 1939. En la mayoría de esos bancos centrales tenían representantes los bancos privados de las oligarquías, que se habían desarrollado financiando el comercio exportador-importador. Los restantes bancos centrales se fundaron a partir de 1945, cuando terminaba la Segunda Guerra Mundial, y ese sólo hecho da idea de que nuestros países no eran sociedades en cuya cúspide estaban las burguesías nacionales, como se ha venido asegurando durante años. El Banco Central de Guatemala se fundó en 1945, el de la República Dominicana en 1947, el de Cuba en 1949, el de Costa Rica en 1950, el de Honduras en 1951, el de Paraguay en 1952, el de Nicaragua en 1960, el de Brasil en 1965, el de Uruguay en 1967. Costa Rica había nacionalizado la banca, que era toda costarricense, a raíz de la revolución de 1948. Un análisis de las sociedades latinoamericanas demuestra que nuestros países han estado dominados por frentes oligárquicos, no por burguesías, y que en esos frentes oligárquicos figura el imperialismo, ahora sustituido por el gran capital pentagonista, y por tanto las luchas de los pueblos debieron ser llevadas a cabo contra los frentes oligárquicos, no contra burguesías que por su estado de debilidad frente a las oligarquías no eran fuerzas enemigas determinantes.


Juan Bosch
Tomado del libro "Dictadura con Respaldo Popular"

SIGNIFICADO DE LA DIALÉCTICA

JUAN BOSCH

Todo problema político, científico o artístico, debe ser visto en desarrollo; es decir, debemos verlo como es y cómo va a ser en el futuro inmediato y también como va a ser más tarde e incluso como serán sus partes cuando se descomponga. Si un problema político no se ve así, en su proyección hacia el futuro, no sabremos nunca adónde nos conducirá lo que vamos a hacer, lo que estamos haciendo o lo que hacen otros, incluyendo en estos a nuestros amigos y a nuestros enemigos.

Ver el problema en sus distintas fases es ejercer el análisis desde el punto de vista estratégico. El que ve así los hechos políticos lleva mucha ventaja sobre los que ven los hechos como si fueran estáticos, es decir, como si se conservaran siempre igual, lo cual es antidialéctico.

SIGNIFICADO DE LA DIALÉCTICA

(…) estuve hablando de la política nacional y de sus pequeñeces dije lo siguiente: “Frente a este panorama quiero llamar la atención de ustedes hacia un hecho que a mí me parece muy importante, porque tal como ocurre en todos los fenómenos de la vida las leyes de la dialéctica operan también en la actividad política. (…) la lucha que se genera y se mantiene en el seno de una sociedad que  al decir que la sociedad dominicana estaba en un proceso de desarrollo no estaba refiriéndome al desarrollismo de que hablan el Dr. Balaguer, el embajador Hurwicht y los partidarios del sistema; hablo del desarrollo que se da en el seno de un conglomerado humano como producto de las luchas de fuerzas opuestas. El concepto revolucionario de desarrollo no es igual al que tienen Balaguer y sus seguidores o el presidente Ford y el liberal McGovern. Para ellos desarrollo es el fortalecimiento económico, militar y político de las clases y los grupos dominantes en los Estados Unidos y en los países satélites de los Estados Unidos, aunque todos los días se mueran de hambre millones de personas en el mundo entero. Si esas minorías dominantes, que aumentan hora por hora la riqueza norteamericana, amplían su poderío económico, militar y político (el de ellas y el de los Estados Unidos), eso es desarrollo.

El concepto de desarrollo que estoy usando en esta conversación contigo es el mismo a que me referí en el mensaje al Comité Central del PLD: hablé entonces y hablo ahora de desarrollo como proceso de transformación; hablo de desarrollo como una marcha de miles de siglos que nos ha traído a los seres humanos desde la animalidad en que vivíamos antes aún de vivir en las cuevas o cavernas, hasta el nivel en que nos hallamos hoy y el nivel en que estaremos dentro de 200 ó 300 años.

Compañero Juan, usted ha dicho varias veces que todos los procesos tienen que ser vistos en desarrollo; es más, ha explicado algunas veces, por lo menos en conversaciones privadas, que el que no ve un proceso social o económico o político en desarrollo no puede ser líder; y naturalmente nosotros entendemos que eso quiere decir que en un desarrollo de cualquier aspecto hay varios procesos. ¿Usted podría explicarnos eso?

Sí, claro. Como acabas de decir, en todo desarrollo hay una suma y hasta una suma de sumas de procesos, y esas sumas pueden ser tan variadas y tan complejas que una vida entera podría ser corta para estudiar todos los procesos de un desarrollo determinado. ¿Qué dirías tú si esta tarde al llegar a tu casa te encontraras en el patio con una mata de mangos parida, a pesar de que estás viviendo en esa casa hace 20 años y nunca viste en el patio ni siquiera una semilla de mango, mucho menos una mata, y menos aun parida? Lo lógico es que le preguntes a alguien si llevaron esa mata y la sembraron ahí después que saliste de tu casa, digamos, después de medio día, porque lo único que podría explicarte a ti la existencia de una mata de mangos parida en el patio de tu casa sería un trasplante hecho por medios mecánicos en dos o tres horas. Y si tu papá y tu mamá te responden que nadie llevó la mata de ninguna parte; que esa mata salió de la tierra a las tres de la tarde y empezó a crecer y a las cuatro y media ya tenía más de diez metros y a las cinco comenzó a echar flores y a las cinco y media las flores empezaron a convertirse en mangos, la reacción tuya será pensar que tu papá y tu mamá creen que tú eres un nenito o que los dos están locos o que tú estás dormido y soñando con que en el patio de tu casa hay una mata de mangos parida.

¿Y por qué creerás esas cosas, o todas juntas o una de ellas?

Porque aunque tú no tuvieras la menor idea de lo que es el desarrollo como resultado de la lucha de los contrarios, aunque jamás hubieras pensado que el desarrollo de algo (sea material, intelectual, moral, social, político) es el producto de la suma de muchos procesos, la vida (no ningún libro, no ningún maestro sino la vida misma) te enseñó que cada mango tiene adentro una semilla, y que una semilla de mango sufre un proceso que la convierte en una matita muy pequeñita, y que esa matita, que durante un tiempo está dentro de la semilla en la cual ha nacido, crece alimentándose de lo que la semilla tiene adentro, y para que siga creciendo hay que enterrarla y pasa a sufrir otro proceso que le permite echar raíces debajo de la tierra y ramitas y hojas fuera de la tierra, porque sin eso no podría crecer, es decir no podría pasar a cumplir el proceso que sigue, que es el del crecimiento para los lados y hacia arriba; y ese crecimiento, esto es, ese nuevo proceso, lo hace tomando alimentos de la tierra, del agua y del aire, así como cuando estaba en la semilla se alimentaba de lo que tenía la semilla adentro; y cuando ha pasado el tiempo (algunos años), y la mata está gruesa y alta, empieza a echar flores. Del corazón de esas flores van a salir unos botoncitos que a su vez van a crecer alimentándose de las flores, de manera que éstas acabarán desapareciendo para darles vida a los botones, y eso es otro proceso. De esos botones, unos fueron tumbados por la brisa y otros crecieron hasta convertirse en mangos chiquitos; es decir, ahí se produjo otro proceso, el del paso de botones a manguitos, pero todavía faltaba el proceso de que los manguitos crecieran y maduraran, y de verdes y lechosos pasaran a tener colores y a ser dulces. ¿Cuántos mangos dio esa mata en esa cosecha? Tal vez 400, tal vez 500, pero observa que todos salieron de un solo mango, del mango que alguien se comió y en vez de botar la semilla la usó para sembrarla; y ahí tienes tú en todo el desarrollo de ese mango, que pasó a ser semilla, y de ahí pasó a ser una matita, y de ahí a ser una mata, y de ahí a florecer y echar botones y tener mangos; ahí tienes tú un desarrollo en el que se cumplieron varios procesos; es decir, una suma de procesos dio un desarrollo natural que se reproduce millones y millones de veces, donde quiera que hay mangos. Los mangos a que acabo de referirme pueden pasar por otros procesos, pero no ya dentro del desarrollo natural que le corresponde a la fruta que llamamos mango sino en otra esfera, en otro terreno; en el terreno de los hechos sociales, pues o se los come la familia dueña de la mata o lo tumban los tigueritos del barrio a palos o se venden en el mercado o hacen dulces con ellos.

¿Crees que he explicado lo que quise decir cuando afirmé hace un rato que en un desarrollo dado, cualquiera que sea, hay una suma de procesos?

¿Sí? Pues bien, repito lo que tú mismo has recordado que he dicho más de una vez: el que no es capaz de ver intelectualmente, en su cerebro, que todos los procesos son partes de determinados desarrollos; o lo que es lo mismo, el que no ve el desarrollo como un fenómeno que se cumple a través de varios procesos sucesivos, es decir, que van siguiendo uno al otro; ése no puede dirigir políticamente a nadie. Ahora bien, los procesos que se van sumando para dar un desarrollo determinado se cumplen, se realizan, se llevan a cabo a base de la lucha de los contrarios, y en el terreno concreto de la actividad política nacional, el desarrollo del PLD es la respuesta dialéctica, la de lo nuevo que representa al porvenir a lo viejo que representa el pasado, al estado de miseria moral e intelectual en que se ahoga la gente que (…)gobierna este país y a la penosa incapacidad de los partidos, especialmente a una mayoría de los partiditos de izquierda.

DIALECTICA

Compañero presidente, usted ha mencionado hoy varias veces la palabra dialéctica. Ahora mismo acaba de pronunciarla, y a nosotros nos parece que en los círculos revolucionarios dominicanos hay  confusión en lo que se refiere a ella. ¿Usted podría explicar para los lectores de Vanguardia del Pueblo qué significado tiene la palabra  dialéctica?

Bueno, trataré de hacerlo, pero con la salvedad de que se trata de un tema bastante complicado. En primer lugar, debe entenderse que cada vez que hablo de dialéctica me refiero a la dialéctica materialista, a la que Federico Engels describió como la ciencia que estudia la evolución o las leyes generales del movimiento y la evolución de la naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento.

Ahora bien, una cosa es la Dialéctica como ciencia, tal como la describió Engels, y otra cosa es la dialéctica como método para investigar lo mismo los fenómenos naturales que la sociedad humana que el pensamiento del hombre. Según entiendo yo (y si estoy equivocado pido que se me rectifique), como método de investigación la dialéctica es lo que nos permite identificar o descubrir a los contrarios que luchan en cada proceso, o mejor dicho, en el caso concreto de cada proceso (y lo digo así porque los contrarios en un proceso pueden no ser los contrarios en el proceso que le seguirá dentro de una misma línea de acontecimientos). La dialéctica como método de investigación es lo que nos permite saber cómo llevan los contrarios su lucha hacia adelante, o cómo la llevaron en un pasado histórico determinado. La dialéctica como método de investigación les permitió a Marx y a Engels darse cuenta de que los contrarios en la lucha social y política de su tiempo y del porvenir eran y serían los obreros y los capitalistas, pero también les permitió ver que en el siglo XIII los contrarios en lucha habían sido los señores feudales y los burgueses.

Creo que lo más importante en el uso (correcto, desde luego) de la dialéctica como método de investigación es que nos permite hacer un análisis de la lucha de los contrarios en los momentos diferentes que forman en conjunto, por un lado, la totalidad del proceso, y por el otro, la suma de los procesos que a su vez darán forma a un hecho histórico. En pocas palabras, el método dialéctico de investigación, si es usado correctamente, nos permite comprender los acontecimientos históricos en toda su riquísima complejidad y a la vez nos permite comprender, también en toda su complejidad, un proceso limitado que sea parte de un acontecimiento histórico; nos permite ver a un tiempo lo grande y lo pequeño que se relacionan entre sí, que son los dos a la vez cada uno parte del otro; nos permite, en fin, ver lo que se ve y ver lo que no se ve, y como muy a menudo lo que no se ve es más importante que  lo que se ve, el método dialéctico de investigación nos orienta con precisión hacia la verdad.

Si te basta con lo que he dicho, me sentiré satisfecho de haber respondido a tu pregunta; pero si no te basta tendré que pedirte que no sigamos con ese tema que es demasiado abstracto (o elevado, para decirlo con las palabras del pueblo) y puede cansar a los lectores.

 (…) me veo en el caso de ampliar esas palabras con otras que no dije en el mensaje, y esa ampliación consiste en explicar que cuando hablaba de calidad estaba refiriéndome a una cualidad, a la cualidad de lo nuevo; porque lo que nosotros estuvimos representando durante un tiempo en el PRD era algo nuevo en el PRD, algo distinto a lo que era el PRD; representábamos una posición nueva ante la vida y por tanto ante la política, mientras que la generalidad de los que dirigían al PRD representaban lo viejo, lo antiguo; representaban ideas atrasadas. Algunos de ellos hablaban de cosas nuevas pero actuaban siguiendo ideas viejas. En la generalidad de esos dirigentes no había la menor inquietud por las ideas nuevas y ni siquiera por los hechos viejos. Peña Gómez, por ejemplo, dijo que él había hecho que una convención del PRD (no recuerdo cuál) aprobara provisionalmente como tesis del Partido de la Dictadura con Respaldo Popular, pero jamás leyó el libro donde expuse esa tesis; hablaba de su antiimperialismo, pero creía que los liberales de Washington eran luchadores contra el imperialismo.

En varios mensajes al Comité Ejecutivo Nacional del PRD hablé de la lucha entre lo nuevo y lo viejo que estaba llevándose a cabo dentro del partido, y esos dirigentes, encabezados por Peña Gómez, no entendieron ni jota. Era como hablarles en árabe.

Y naturalmente llegó el momento en que sucedió lo que tenía que suceder: que lo nuevo se separó de lo viejo y formó el PLD. Llegó un momento en que dentro del PRD no podíamos convivir los partidarios de lo nuevo y los partidarios de lo viejo porque dentro del partido había una lucha de clases y los partidarios de lo viejo eran los jefes ideológicos y los representantes en el PRD de los sectores de la derecha nacional no Balaguerista, o no wessinista, pero derecha al fin, y como derecha tenía una cosa en común con el balaguerismo o el wessinismo: su estrecho nexo con los que gobiernan en los Estados Unidos.

viernes, 15 de junio de 2012

El PRESIDENTE URUGUAYO, LA TAPA DEL INODORO Y EL EQUIPO DE FÚTBOL


Era un día lluvioso, gris. Pero los jugadores de Huracán de Paso de la Arena, un humilde club de esa localidad montevideana, no podían desaprovechar el día de entrenamiento, teniendo en cuenta que, de continuar de la mejor manera lo que resta del campeonato de la segunda división, podrían lograr el ascenso tan deseado. Algo nunca antes alcanzado en la historia del club.

Por eso, el plantel no desperdiciaba el tiempo y realizaba esa mañana ejercicios físicos en el gimnasio de la institución. De repente, uno de los jugadores interrumpió la actividad, sorprendido por lo que, creía, estaba viendo frente a las instalaciones del club.

"En determinado momento vemos que pasa el fusca celeste por enfrente de la sede y uno de los jugadores dice, ¿Pero, no es el Pepe Mujica el que está bajando del auto?. No es algo normal que en una mañana de entrenamiento veamos tan de cerca al presidente", relató Carlos Rodado, director técnico del equipo.

A partir de allí las actividades quedaron momentáneamente suspendidas, por la lógica del inesperado suceso.

"Lo vimos que iba derecho a la ferretería con un paquete en la mano. Le digo al técnico alterno, ¿qué te parece si vamos y hablamos con él?, ya que sabíamos que el presidente había venido muchos años a jugar a la institución donde estamos dirigiendo en este momento", contó Rodado a la emisora argentina Radio 10.

"Así que fuimos y ahí estaba, con la tapa del inodoro debajo del brazo. Nos presentamos, le comentamos que teníamos al plantel entrenando en frente. Le pedimos si podía hablar un rato con ellos, compartir un momento en la mañana de entrenamiento. Y bueno, gustosamente aceptó la invitación, entró y fue saludado con aplausos. Había una gran alegría en el plantel. Se presentó con cada uno, conversó con los muchachos. El sabe de los orígenes de la institución, que es un cuadro de barrio, de mucho sacrificio, donde muchas veces no se tienen todos los recursos y la logística necesaria para estar compitiendo profesionalmente. Pero sabe que con mucho trabajo y actitud se pueden lograr todos los objetivos en la vida, sobre todo una persona como él que también es de origen humilde y llegó a ser presidente".

La charla con el plantel fue una suerte de aliento del presidente al plantel, para que encaren lo que resta del torneo con esfuerzo y dedicación: “Hay que salir adelante, trabajar mucho y tener los objetivos claros”, les recomendó Mujica.
  
Como ex vecino del barrio donde se encuentra la institución, "se comprometió a estar presente en el asado" si Huracán asciende a primera división porque, según contó el DT, "se siente identificado con el club y su situación".

A los jugadores les habló de la vida: "hay veces que el espíritu humano puede más que cualquier hecho económico cuando no tenemos todas las garantías en ese sentido", destacó Rodeo. Y añadió: "Su llegada es como una bendición. Aunque nosotros sabemos que él es hincha de Cerro ".

El técnico y los jugadores se sorprendieron por la informalidad con la que se mueve Mujica por la calle, porque, según resaltó Rodeo "la única guardia de seguridad era su perrita Manuela, que estaba adentro del auto".

El hecho ocurrió el martes pero tomó estado público hoy gracias a las redes sociales y a la repercusión en algunos medios nacionales, como el diario El Observador.

No hubo prensa y las fotos reproducidas hoy fueron tomadas por algunos de los testigos del hecho, que además se encargaron de hacer circular la información.

Casualmente, estos días, en su audición radial, Mujica había reiterado que su forma de vida era parte de su "libertad jurada". "No es una carga ni una pose, es una filosofía decantada en años de privacidad", dijo, en alusión a los casi 14 años que estuvo preso por pertenecer al movimiento guerrillero "Tupamaros".

También ha dicho el presidente uruguayo que el cargo no tiene por qué cambiar a las personas. "Para mí es un laburo (trabajo). Me baño y me voy a trabajar", dijo alguna vez.

miércoles, 13 de junio de 2012

JUAN BOSCH EN EL CONTEXTO DE LA GUERRA FRIA.

Domingo Nuñez Polanco

Queremos hacerle saber a nuestros amigos lectores, sobre todo, aquellos interesados en profundizar en el conocimiento del  pensamiento social y político del profesor Juan Bosch, que presentaremos, a lo largo de este mes de junio(mes de su nacimiento)  una serie de trabajos con fines de poner en conocimiento de ustedes  la dimensión histórica del pensamiento social y político de uno  de los patriotas,antillano y Americanista   mas consumado de esta América del pasado siglo XX, el Profesor Juan Bosch.

Juan Bosch nació (30 de junio 1909) en la ciudad de La Vega, enclavada en el fértil valle del  Cibao. Vivió los primeros años de su vida en el campo, en Rio Verde y el Pino, parajes de la provincia de La Vega, donde recibió las primeras enseñanzas. El joven Juan Bosch, sobre un cuarto de siglo de vida, pero menos de veintinueve años se radica en Santo Domingo, capital de la República, donde hace varios oficios como empleado de algunas casas comerciales, también hace las veces de crítico de arte, en la sección literaria del Listín Diario; Va a la cárcel, acusado de actividades antitrujillistas,  luego de liberado termina de Empleado público, en  la oficina Nacional de Estadísticas. Es enterado que Trujillo quiere  hacerlo diputado y comprometerlo con la Dictadura. Entendía que su camino  era la literatura y no ser servil de un régimen oprobioso, no tuvo otra alternativa  que enrumbarse por el largo camino del exilio. Su primera escala es Puerto Rico. Allí, el destino le depara una nueva ruta que será  productiva y agitada y no terminará hasta el año 2001, donde expiro el último soplo de vida. 

Bosch, para 1938, llega a Puerto Rico. Dejemos que sea el propio Juan Bosch que nos diga que paso allí en la tierra de Pedro  Albizu Campos “El hecho más importante de mi vida hasta poco antes de cumplir 29 años fue mi encuentro con Eugenio María de Hostos, que tenía entonces casi 35 años de muerto. El encuentro se debía al azar; pues, buscando trabajo, lo halle como supervisor del traslado a maquinilla de todos los originales  de aquel maestro de excepción… (…) Eugenio María de Hostos, que llevaba 35 años sepultado en la tierra dominicana, apareció vivo ante mí a través de su obra, de sus cartas, de papeles, que iban revelándome día tras día su intimidad; de manera que tuve la fortuna de vivir en la entraña misma de uno de los grandes de América, de ver cómo funcionaba su alma, de conocer –en sus matices más personales- el origen y el desarrollo de sus sentimientos. Hasta ese momento, yo había vivido con una carga agobiante de deseo de ser útil a mi pueblo y a cualquier pueblo, sobre todo si era Latinoamericano; pero, para ser útil a un pueblo, hay que tener condiciones  especiales. ¿Y cómo  podía saber yo cuales condiciones eran esas, y como se las formaba uno mismo sino las había traído  al mundo, y como  las usaba si las había traído?

La repuesta a todas esas preguntas, que a menudo me ahogaban en un mar de angustia, me la dio Eugenio María de Hostos, 35 años después de haber muerto.  (…) la lectura de los originales de Eugenio María de Hostos me permitió conocer que fuerza mueven, y como la mueven, el alma de un hombre consagrado al servicio de los demás”, (Juan Bosch, Hostos el sembrador)

Muchos años después Juan Bosch elaboraría una repuesta para las preguntas que cualquier hombre, con buenas intenciones, se haría, tal como las que el mismo se hizo allá en la lejanía de 1938, después de su encuentro con Hostos “El gran hombre aparece en los momentos decisivos de la historia de su pueblo, esto es, cuando una crisis hace estallar los moldes sociales en que ese pueblo ha estado viviendo, a veces durante siglos; aparece entonces porque sus condiciones de carácter, que generalmente han permanecido ocultas para todo el mundo y a menudo hasta para él mismo, le permiten desarrollar una capacidad de acción u otras formas de expresión de su personalidad que resultan ser las más adecuadas para dirigir a las masas en esa hora de crisis, pero esas condiciones de carácter habían sido elaboradas en el héroe por fuerzas de origen natural, como, por ejemplo, una determinada conformación cerebral, combinada con las presiones de la sociedad en que se había formado. Entre tales fuerzas ocupa un lugar decisivo lo que ahora llamamos ideología, que es un producto neto de la sociedad, aún si se trata de una parte de ella, como es la clase social de la persona que la comparte. En suma, que el hombre no es producto de sí mismo, de tales o cuales condiciones psicológicas, sino que es el producto de su sociedad porque ésta es la fuente de la psicología de la persona; y a tal extremo esto es así que en la sociedad de clases resulta fácil distinguir, a través de sus expresiones psicológicas, al capitalista del obrero y a éste del que le queda más cerca en términos clasistas, que es el bajo pequeño burgués pobre y muy pobre.

En lo que se refiere a la vocación, todavía la ciencia no ha llegado al punto de determinar cuál es su origen, pero se sabe que son muchos los hombres y las mujeres que han sentido el llamado de una vocación, a veces desde los años más tempranos. Las personas que sienten ese llamado son capaces de hacer toda suerte de sacrificios para seguir el impulso que llamamos vocación. Unas abandonan a sus familias y se van a correr mundo en busca de ambientes en que puedan desarrollar las capacidades que les permitan ser lo que quieren ser; las hay que viven aventuras fabulosas y se juegan hasta la vida persiguiendo lo que creen que es su destino; y unas más, otras menos, todas tienen una convicción profunda, sin saber por qué, de que podrán hacer aquello que persiguen, y que haciéndolo se destacarán entre todos los seres humanos; alcanzarán la gloria o el poder, pasarán a ser personajes importantes e influyentes.”(Juan Bosch, CONSIDERACIONES ACERCA DEL POLÍTICO, LA VOCACIÓN Y EL OFICIO.)

 Esa ruta productiva y agitada que le deparo el destino a Juan Bosch, desde el momento mismo que piso tierra Borinqueña por allá en aquel lejano 1938, que lo llevo desde un largo y errante exilio (24 años) a ser juramentado  ante la asamblea nacional de su país, como primer presidente de la era democrática dominicana, el 27  de febrero de 1963.

Bosch desde el gobierno se proponía poner en marcha su proyecto democrático. Todavía creía que se podía hacer una revolución democrática en el marco de la “mentada democracia representativa” y hacer los cambios estructurales que la hicieran viable.

Frente a cuestionamiento de grupos y sectores políticos, económicos, sociales y la alta jerarquía de la Iglesia católica  que  le adversaban en su proyecto democrático y del proceso de  cambios sociales, económicos y políticos vía la nueva y progresista constitución de 1963, Bosch hizo un llamado a esos sectores “Crear la democracia es un deber de todos los dominicanos y por tanto cada uno debe cargar con su parte de responsabilidad. Un hombre solo puede organizar y dirigir una tiranía, pero un hombre solo no puede construir y mantener un régimen democrático” (Juan Bosch)

La errática percepción de los sectores conservadores y antidemocráticos, de “una amenaza comunista” que avanzaba en el país como resultado de la tolerancia del gobierno de Bosch con los comunistas crearon el caldo de cultivo para las iniciativas de actividades conspirativas contra el gobierno de Bosch.  Las primeras intrigas de esta acusación para justificar las innumerables actividades  contra el primer ensayo democrático después de la muerte de Trujillo fueron recibidas primeramente por Rómulo Betancourt, antiguo aliado y amigo  de Bosch, en relación a un supuesto documento anticomunista promovido por  Betancourt, José Figueres (también antiguo amigo del Bosch) junto con  otros líderes extranjeros, cuyo documento Juan Bosch se negó a firmar ;quizá por ahí comenzaron las diferencias entre los otroras amigos y aliados de Juan Bosch  Figueres y Betancourt.

Lo que si no hay duda, es de que el ambiente anticomunista  que se  vivía en el mundo a raíz de la Guerra Fría, y particularmente en América Latina debido a el carácter socialista que adoptara la revolución cubana, que en la República Dominicana había encontrado eco entre los herederos de Trujillo, la oligarquía y sobre todo la Iglesia Católica, había generado las condiciones ideales para dar al traste con el proyecto democratizador de Bosch. El pretexto inmediato fue la nueva Constitución democrática y progresista de 1963.

La historia posterior, el golpe de Estado contra Bosch, la revuelta de abril y la ocupación militar por Estados Unidos a la República Dominicana, es historia patria. En ese sentido, vamos a permitirle al eminente catedrático dominicano, residente en México, Pablo Mariñez que nos haga un análisis en el contexto histórico en que se dieron estos acontecimientos. 

En esta primera entrega  amigo lector le dejamos con el acucioso y eminente investigador y profesor universitario Pablo Mariñez.

Pablo Mariñez:    “(…) el capitalismo se expandía, sobre todo a lo largo del siglo XIX y primera década del siglo XX, vertiginosa y arrolladoramente, desde el centro –que era Europa y Estados Unidos, básicamente  --hacia la periferia (lo que durante mucho tiempo se llamaría “Tercer Mundo”), sin impulsar necesariamente sus relaciones de producción correspondientes, y mucho menos del proceso de industrialización, este era reservado para los países del centro, donde a su vez se desarrollaba la democracia, mientras que en los países de la periferia el capitalismo  apenas incursionaba a nivel del mercado, como países y regiones que proporcionaban -como colonias o neocolonias-, materias primas  y fuerza de trabajo barata, a la vez que eran receptoras  de cuantiosas inversiones de capital.

Este proceso daría lugar  a que desde el centro del mismo sistema capitalista se produjera una gran asimetría entre los países del centro y los de la periferia; la que se expresaría en el producto interno bruto  y muchos otros indicadores económicos, a la vez que sociales.  Por lo mismo los países de la periferia  carecían de la sustancia económica y social que demandaba una democracia, como si la había en los países del centro.  Sin embargo, ello no fue impedimento para que los países de la periferia se intentaran impulsar proyectos democráticos, los cuales estaban llamados a fracasar, al menos en la mayoría de los casos, tanto por razones internas como externas.

Dentro de este contexto de asimetría entre el centro y la periferia, y en un país carente de la sustancia económica y social en su organización capitalista, como la República Dominicana a principios de  la década de 1960, tras la caída de la dictadura de treinta y un años de Rafael Leónidas Trujillo, a Juan Bosch le correspondería impulsar un proyecto  democrático, luego de ser electo Presidente constitucional, en diciembre de 1962.  Ante el fracaso para lograrlo, a consecuencia del golpe militar que lo derroco, en septiembre de 1963, posteriormente por la ocupación militar de 1965, el país quedaría colocado en una compleja y difícil situación. Bosch lo expresaría de la siguiente manera: “Creo que en la República Dominicana, Latinoamérica ha recibido una lección. La lección de que no es posible establecer una democracia con la ayuda de los Estados Unido, y de que tampoco es posible establecer una democracia contra Estados Unidos…”.  Trágica  contradicción –un verdadero callejón sin salida-para un país como la República Dominicana, situado en la misma frontera imperial del Caribe, en pleno auge de la Guerra Fría.

Sin embargo, tratando de encontrar un salida a tan difícil  y compleja situación, Bosch viaja a Europa a finales de 1966, en busca del espacio y las condiciones adecuadas para reflexionar y estudiar diversos tópicos políticos, sociológicos e históricos de la República Dominicana y el Caribe, lo mismo que a nivel internacional, que le permitiera dar una repuesta a la crisis dominicana. Después de una serie de estudios realizados, en 1969 Bosch desarrolla una nueva tesis política de gobierno, Dictadura con respaldo popular,  que consistía, en esencia, en un revolución antioligárquica, que permitiera encontrar las vías del desarrollo, con una nueva organización política que garantizara la equidad y la justicia social en un Estado de derecho que asegurara la paz y la libertad; todo ello, después de haber logrado la recuperación de la soberanía nacional.

Esto quiere decir que  la Dictadura con respaldo popular seria dada a conocer casi un siglo y medio después –ciento treinta y cuatro años para ser más precisos –de que Alexis de Tocqueville  publicara La democracia de América; y ciento veinte y cinco años después de que la República  dominicana lograra su independencia nacional,1844, y comenzara a organizarse políticamente como sistema democrático. Esa era la distancia cronológica y, por supuesto, económica, social, y política existente entre Estados Unidos, líder de la democracia representativa, y la República dominicana a finales de la década de 1960, país que sufría de una arritmia histórica, como lo definía Juan Bosch; es decir, esa era la distancia que había, en el mismo sistema capitalista, entre el centro y la periferia, al menos entre ambos países. (…) pero no debemos dejar de señalar que en realidad la distancia señalada entre ambos países es mucho mayor, pues La democracia de América no es un proyecto, sino el estudio de un caso concreto, de lo que Tocqueville había tenido la oportunidad de ver, vivir y analizar en estados Unidos  durante  su estancia en ese país en la primera década de 1830; en cambio, Dictadura con respaldo popular, apenas consiste en una tesis, como proyecto para instaurar un nuevo sistema político en República Dominicana, acorde con sus propias condiciones históricas, políticas y socioeconómicas; pero también el hecho revela que el país llevaba más de un siglo fracasando en su intento de organizarse económica y políticamente, si tomamos como punto de partida la independencia nacional de 1844, y casi quinientos años si se parte de 1492. Para Bosch, “lo que ha fracasado no ha sido el pueblo dominicano; ha sido el sistema en que ha vivido”.

El golpe de Estado de 1963 que derroco al presidente Juan Bosch, y la ocupación  militar estadounidense de 1965 tuvieron tan fuerte impacto en su pensamiento político, que solo son comparables al que origino la lectura de la obra de Eugenio María de Hostos, cuando el joven Juan Bosch, a la edad de 29 años, llego a Puerto Rico en 1938.

Sin embargo, entre ambos acontecimientos hay una diferencia significativa, que bien vale la pena abordar, aunque sea muy sucintamente. Mientras el encuentro de Bosch con la obra de Hostos  “le permitió conocer que fuerza mueven, y como la mueven, el alma de un hombre consagrado al servicio de los demás”, y por lo tanto modifico su cosmovisión, definió su horizonte político y sentó las bases para lograr una solida  formación intelectual, que lograría incluso consolidar en el curso de sus primeros años de exilio, en cambio, el golpe militar de 1963 contra su gobierno, pero fundamentalmente la ocupación armada de 1965,modificaría las condiciones materiales de producción existente, de las cuales Bosch no podía substraerse, por lo que el enfoque de sus análisis estaba conminado a tomar un curso diferente.

En efecto, a lo largo de los veinte y cinco años transcurridos entre 1938, al iniciar su exilio, y 1963, cuando llega a la Presidencia de la República Dominicana, se habían producido significativos cambios internacionales que se constituirían en verdaderos desafíos para Bosch llevar adelante el proyecto político democrático que muy cuidadosa y seriamente  ---asumiendo múltiples retos, que lo llevaría al exilio dentro del exilio, así como a la cárcel –había ido elaborando durante sus años de vida errante por diversos países, pero fundamentalmente en el Caribe, y el interior de este, en Cuba.

La región del Caribe, que Bosch había estudiado amplia y profundamente, también se había transfigurado, en particular a raíz del triunfo de la revolución Cubana en 1959.  En suma, su proyecto político democrático, tal y como él lo había concebido, se enfrentaba a un escenario geopolítico distinto, mucho más complicado, que reducía la posibilidad de hacerse realidad.

Sin embargo, por la sagacidad político que lo caracterizaba, Bosch había alcanzado a comprender, muy tempranamente, el impacto de la Revolución Cubana en la región, cuya geopolítica había sido modificada; en cambio, las transformaciones que se habían ido produciendo, justamente alrededor  de esos años en el imperialismo, es decir dentro de la economía capitalista, así como de los aparatos de poder de Estado Unidos, no fueron percibidos tan rápidamente; cambios que por lo demás ningún internacionalista o analista político había logrado comprender y analizar, al menos en profundidad.

Ciertamente, tendrían que producirse la ocupación militar de 1965 en la República dominicana  -y un año antes, 1964, en Viet Nam--, para que el líder político dominicano hiciera una lectura de la historia de Estados Unidos, de sus sectores de poder, de su política internacional, y más que nada del capitalismo en su fase imperialista. Acontecimientos que le darían el privilegio, gracias a su solida formación intelectual y política, de ser un pionero  en el análisis de los cambios que se estaban produciendo al interior de dicho sistema.

Como podemos observa, sería un simplismo, como han hecho algunos analistas, plantear que en Juan Boch se produjo un cambio radical en su pensamiento político –o incluso que se había convertido en un amargado y resentido-.  Es cierto, se había producido un cambio en su pensamiento político, pero solo en algunas dimensiones, como la democracia y el partido político, pues en la demás dimensiones  encontramos una continuidad… (…) Lo que no se puede perder de vista es que el verdadero cambio se había desarrollado en la estructura del capitalismo, y en la coyuntura de la región del Caribe, pues el orden geopolítico se había transformado. Y siendo Bosch un actor político de primer plano en los hechos que allí se producían, no podía quedarse aferrado a un viejo libreto, que partencia a una etapa de la historia que había sido modificada, al menos en la correlación de fuerzas económicas, militares, políticas y sociales. Desde una perspectiva metodológica de análisis del pensamiento político de Juan Bosch, lo correcto sería plantear un enfoque dialectico para una adecuada comprensión del mismo, dejando a un lado el simplismo de las subjetividades antes señaladas. Las condiciones de producción se habían modificado como resultado de los cambios políticos internacionales, y en consecuencia se tenía que producir un cambio en el enfoque y análisis políticos, incluso recurriendo a otras propuestas teóricas paradigmáticas, pues al modificarse la problemática objeto de estudio los viejos instrumentos teóricos  no son suficientes para dar cuenta, de manera rigurosa, del curso que estaban siguiendo los nuevos acontecimientos.

Por lo que acabamos de plantear, nos parece un gran acierto que el Pentagonismo, sustituto del imperialismo (1967) y dictadura con respaldo popular(1969),formen parte de un mismo tomo para ser prologada… pues aunque la primera corresponde al campo de los estudios internacionales, y la segunda al de la sociología política, ambas se encuentran estrechamente relacionada entre sí, tanto porque corresponden a desafíos teóricos para el autor, como que pertenecen a una misma coyuntura política internacional, regional y nacional.  Sin embargo, la vinculación es mucho más estrecha y profunda de lo que acabamos de exponer, pues sin la primera Bosch no hubiera podido desarrollar la segunda; a su vez, en lo que a las condiciones de producción se refiere, tendríamos que plantear, lapidariamente, que ambos libros son hijos de la ocupación militar estadounidenses de 1965 a la República dominicana. Sin esta última, Bosch se hubiera dedicado al ejerció de sus funciones de Presidente de la República, cargo para el que había sido elegido libre y soberanamente por el pueblo dominicano, y hubiera comenzado a impulsar su proyecto político de democracia representativa, o de democracia revolucionaria, como él  prefería llamarla.

A finales de 1966, cuando Bosch emprende su viaje hacia España, que luego lo llevaría a ´Francia, y desde ahí a varios países europeos y asiáticos, apenas hacia un año y medio se había producido la ocupación militar estadounidenses en República dominicana, en abril de 1965.  (…) ya había tomado posesión del gobierno  el Dr. Joaquín Balaguer, candidato favorito de las tropas de ocupación; al momento de su salida todavía el olor a pólvora se respiraba en las calles dominicanas; las casas y edificios mostraban las perforaciones  de los impactos de balas, proyectiles, morteros, bazucas y cañonazos que habían causado las armas estadounidenses, con un saldo de más de tres mil muertos; cientos de jóvenes habían tenido que abandonar el país –y lo seguirían haciendo durante varios años más, en un numero de miles--, (…) Apenas era el preámbulo de los doce años  de crímenes y terror causado por las bandas paramilitares, que perseguían y asesinaban a líderes políticos, sindicales, estudiantiles, y a la ciudadanía en general; todo ello durante el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer,1966 a 1978.

Por cuanto, Bosch  no podía perder tiempo, tenía que actuar con rapidez para buscarle solución política al país, sobre todo para que recuperara, antes que nada, su soberanía nacional, de tener el crimen de las más tarde llamada “fuerzas incontrolables”, especie de escuadrón de la muerte que operaba impunemente en todo el territorio nacional, así como proponer un nuevo modelo económico y político de gobierno que garantizara el desarrollo nacional, la libertad, la paz social.

Dada  las condiciones existentes en la región, había que ser muy creativo, audaz y decidido políticamente para encontrar tal solución, Bosch era absolutamente consciente de ello, el país posiblemente atravesaba  por una de sus peores encrucijadas de toda su historia.

Eran los años de la guerra fría, políticamente difíciles y sumamente complejos, no solo para las pequeñas naciones del Caribe como República Dominicana; sino también a nivel internacional.

En suma, eran años convulsionados, de  luchas anticoloniales, de movimientos de liberación nacional; de luchas antiimperialistas que recorrían por todo el mundo. Las aspiraciones, para algunos, eran de establecer un amplio frente de carácter  tricontinental, donde se pudiera mancomunar las fuerzas revolucionarias del tercer mundo, es decir, de América Latina, África  y  Asia.  Eran los años en que el Che Guevara había proclamado la consigna de crear “dos, tres…muchos Vietnam”, como lo plantearía a principio de 1967.

En ese complejo y tenso contexto internacional es en  el  que Juan Bosch  se establece en España… (…) permanecería hasta 1969, (…) retornaría a la República Dominicana en abril de 1970. En esos tres años y medio escribiría sus más  importantes obras, entre ellas, el Pentagonismo sustituto del imperialismo (1967), Dictadura con respaldo popular (1969), De Cristóbal Colon a Fidel Castro o Caribe  Frontera Imperial, Composición Social dominicana, entre otros no menos importantes”.
Pablo Mariñez

EL DESEMBARCO:Gesta Gloriosa de Constanza, Maimón y Estero Hondo

Junio, el mes de la Raza Inmortal. En el 53 aniversario

Héroe de la Historia Dominicana:
 La Expedición militar antitrujillista que en junio de 
1959,aterrizo en el poblado de Constanza y 
desembarco por las playas de Maimón y Estero Hondo.

Llegaron llenos de patriotismo,
enamorados de un puro ideal
Y con su sangre noble encendieron
la llama augusta de la libertad.
Su sacrificio que Dios bendijo
la Patria entera, glorificará
Como homenaje, a los valientes
que allí cayeron por la libertad.
  
Antecedentes.

A  finales de los años  de la  década de los cuarenta, una ola de frenesí  libertario recorría por los corazones y mentes de los  pueblos   de América Latina y el Caribe. La aspiración por Gobiernos democráticos  que se había levantado a raíz de la victoria sobre el Eje, a fines de la segunda guerra mundial desato por todas estas tierras americanas grandes luchas   sociales y populares  contra las Dictaduras que negaban el derecho de vivir en dignidad y  ultrajaban  la libertad de estos pueblos.

El clamor se rego como pólvora; y, ya no hubo forma  de parar esta  ola   libertaria.  En Argentina, Juan Domingo  Perón, amigo de  Trujillo, era derrocado el 19 de septiembre de 1955. Julio Lozano Díaz en hondura (21 de octubre 1956) y Gustavo Rojas Pinilla en Colombia (10 de mayo de 1957); en Cuba, Fulgencio Batista, cada vez más, estaba acorralado por las guerrillas de Fidel Castro. 

Entrando  a los finales de la década de los cincuenta la situación había empeorado. Para  enero de 1958, el dictador Venezolano Marcos Pérez Jiménez, fue derribado.  En esa furia libertaria e indetenible, Trujillo lo menos que podía estar, era sentirse preocupado.

En esas tempestades, los vientos, definitivamente  se llevaron de paro al Dictador Cubano Fulgencio Batista. El día de año nuevo, en 1959, Batista huía de Cuba. Semana más tarde, Fidel Castro, victorioso,  al frente del ejército rebelde entraba  a la Habana Cuba.

La caída de los Dictadores, especialmente  la de Pérez  Jiménez y la de Batista, preocupo a Trujillo y a sus partidarios. Trujillo ponía su barba en remojo.

El espíritu solidario de la naciente revolución Cubana  puso a disposición de sus compañeros y hermanos dominicanos  recursos materiales y humanos  para que continuaran la lucha por la libertad y la justicia social en la patria de Juan Pablo Duarte. En  esta oportunidad, el turno le toca a Trujillo.

Los días 14 y 20  de junio de 1959, patriotas dominicanos, que la dictadura mantenía alejado de la patria amada, acometieron la invasión de su tierra natal. Los ataques fracasaron, pero tuvieron desastrosas  repercusiones para el régimen. La inmolación de los héroes de junio  promovió la agitación en vastos sectores de juventud dominicana, que ya había sido conmovida por el mensaje de libertad de la Revolución Cubana. Surgió un vasto movimiento clandestino, el movimiento 14 de junio, liderado por lo más preclaro de la juventud dominicana.

Alrededor de dos años mas tarde,el 30 de mayo,Trujillo caía abatido a tiros por antiguos colaboradores y amigos; y,en menos de un año, la familia Trujillo abandonaba el país.

El Desembarco


Leopoldo Jiménez Nouel

El Ejército de Liberación Dominicana, comandado por Enrique Jiménez Moya, arribó a la República Dominicana  el 14 de junio de 1959, en horas de la tarde, en un avión con camuflaje de las siglas de la fuerza aérea de Trujillo.

El avión aterrizó  en el aeropuerto militar de Constanza,  pueblo de montaña, cercano a Jarabacoa, donde hubo enfrentamiento con los militares allí apostados, antes de que el grupo se internarse en  las montañas.

A pesar de estar planificada la llegada simultánea de los expedicionarios por aire y mar, debido a  situaciones no previstas, la llegada de las embarcaciones en Maimón y Estero Hondo se produjo seis días después y fueron atacadas tanto por la fuerza aérea como la naval, con la consecuente pérdida de vida de gran número de expedicionarios.

En las montañas de Constanza, los expedicionarios se enfrentaron con las tropas del gobierno. Muchos cayeron el combate, otros, denunciados por campesinos o bajo las inclemencias  del hambre y el cansancio, fueron apresados. Fueron luego trasladados a las instalaciones militares de San Isidro donde fueron fusilados y enterrados en fosa común. De esta gesta sólo sobrevivieron cinco expedicionarios, Poncio Pou Saleta, Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Germán y los cubanos Delio Gómez Ochoa y  Pablito Mirabal.

Los restos de varios expedicionarios de la gesta gloriosa del 14 de junio de 1959 reposan en monumento levantado a su memoria por la Fundación de los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo.

Allí, se guardan también, fotos, cantimploras, botas, banderas, así como diversos objetos personales de los expedicionarios.

Copiamos aquí la lista de los participantes en la gesta de junio de 1959, elaborada por la Fundación de Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo..

Himno del 14 de junio
Llegaron llenos de patriotismo,
enamorados de un puro ideal
Y con su sangre noble encendieron
la llama augusta de la libertad.
Su sacrificio que Dios bendijo
la Patria entera, glorificará
Como homenaje, a los valientes
que allí cayeron por la libertad.
14 de junio, gloriosa gesta nacional.
Tus mártires están en el alma popular
hermanas Mirabal, heroínas sin igual
Tu grito vibrante, es el alma de la Patria inmortal.
Llegaron llenos de patriotismo,
enamorados de un puro ideal
Y con su sangre noble encendieron
la llama augusta de la libertad
Su sacrificio que Dios bendijo
la Patria entera, glorificará
Como homenaje, a los valientes
que allí cayeron por la libertad.

Música: Héctor Jiménez Letra: Vinicio Echavarría, Leandro Guzmán, Ángel Concepción
  

El grupo de luchadores antitrujillistas que efectuó este hecho heroico, fue entrenado militarmente en el campamento guerrillero ubicado en la finca «Mil Cumbres», de la provincia cubana de Pinar del Río. Otro grupo que no llegó a desembarcar, se entrenaba en «Madruga», provincia de La Habana.
La expedición fue organizada por el Movimiento de Liberación Dominicano, con el concurso de los gobiernos venezolano y cubano.

Enrique Jiménez Moya, comandante en jefe del Ejército de Liberación Dominicana, arribó al país el 14 de junio de 1959, a las seis y veinte minutos de la tarde, en un avión pintado con las siglas de la fuerza aérea de Trujillo. El aterrizaje se produjo en el aeropuerto militar de Constanza, una ciudad dominicana enclavada en las montañas.

En el avión, piloteado por el venezolano Julio César Rodríguez y el expedicionario dominicano Juan de Dios Ventura Simó, ex capitán de la Fuerza Aérea Dominicana, vinieron cincuenta y seis combatientes. El aparato emprendió vuelo después de dejar en tierra a los expedicionarios. El piloto venezolano condujo el avión en su viaje de regreso.

El aterrizaje debió realizarse inicialmente en San Juan de la Maguana, pero las condiciones atmosféricas imperantes en ese momento en la República Dominicana, obligaron a los expedicionarios a dirigirse hacia Constanza.

Al pisar tierra dominicana, Jiménez Moya y sus acompañantes intercambiaron disparos con militares que se acercaron al aparato para indagar sobre el aterrizaje. Luego se internaron en las montañas. El arribo del avión se había coordinado con la llegada simultánea de lanchas que conducían a los demás expedicionarios, pero se presentaron inconvenientes que retardaron el desembarco marítimo hasta el 20 de junio. En esa fecha, arribó al país por Maimón la lancha «Carmen Elsa», comandada por el doctor José Horacio Rodríguez, egresado de la Universidad de Harvard. Ese mismo día desembarcó en la playa de Estero Hondo, la nave «Tinina» con José Antonio Campos Navarro, como comandante de otro grupo que llegó al país en ella.

Un número considerable de guerrilleros que arribaron a la República Dominicana por Maimón y Estero Hondo murieron en el desembarco cuando fueron atacados por unidades navales y aéreas del régimen de Trujillo. El resto se internó en las montañas, donde libraron combates con las tropas del gobierno hasta que fueron apresados o muertos. Por su parte, los expedicionarios de Constanza tenían instrucciones de no presentar batalla hasta que llegaran las dos lanchas. Perseguidos por las tropas trujillistas, denunciados por campesinos con los cuales establecieron contactos y bajo el permanente acoso del hambre, los combatientes del Ejército de Liberación Dominicana, fueron aniquilados poco a poco.
Amigo lector lector, no queremos dejar pasar por alto la conmemoración del 53 aniversario de un acontecimiento histórico que influyó en el futuro de nuestro país, pues esta gesta fue la que marcó el principio del fin de la tiranía más corrupta y sangrienta que haya tenido la República Dominicana en toda su historia, nos referimos a la gesta del 14 de Junio del 1959, una gesta patriótica cuyo objetivo era despertar la conciencia del pueblo dominicano ante los crímenes, y abusos, además del oscurantismo en que vivía nuestro país, este acontecimiento desenmascaró de manera contundente la forma sádica, criminal y antihumana, que utilizaba el régimen de este hijo de Lucifer, llamado Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Este grupo de patriotas, compuesto por 155 dominicanos y 43 hombres solidarios de diferentes nacionalidades, entre: cubanos, puertorriqueños, venezolanos, norteamericanos y españoles, cuyas conciencia estaba enmarcada en lo que se podría llamar, la fuerza del Internacionalismo Revolucionario y que ofrendaron sus vidas para que este país, pudiera tener un respiro ante los 31 años de dictadura sangrienta, de crímenes injustificados, de persecuciones implacables, de fomentación del Sicariato, asesinando personas en el extranjero por el solo hecho de no compartir las ideas de este asesino.

Una tarde del 14 de Junio de 1959, aterriza en Constanza un avión C-47, con el primer grupo de expedicionarios y más tarde el 20 de Junio de ese mismo año, llega por Maimón y Estero hondo, las barcazas: “Tinina y Carmen Elsa”, con el resto de los guerrilleros, pero estos no se imaginaban que ya el régimen de Trujillo los estaba esperando con todo su poderío militar. Cañones, Tanques de Guerra, aviones de los denominados P-51, y un contingente militar hicieron de este grupo una masacre, los aviones lanzaron en las lomas de Constanza y sus alrededores una gran cantidad de bombas de Nepal, de más de 500 libras, arrasando con todo lo que encontraron a su paso.

Los guerrilleros fueron arrasados por el ejército Trujillista. En un informe dado por embajada Norteamericana a la OEA., se especificaba que los bosques habían sido arrasados y que toda su vegetación había sido reducida a cenizas, como resultados de las bombas lanzadas por los aviones, los miembros del grupo de patriotas fueron asesinados, los que no murieron en combates, fueron apresados, torturados y enviados a San Isidro por órdenes del asesino hijo del tirano, Ramfis Trujillo, quien después de torturar a los apresados los fusiló inmisericordemente.

Sobrevivieron a esta masacre: Delio Gómez Ochoa; Almonte Pacheco; Mayo Banex Vargas; Francisco Medardo Germán y Poncio Pou Saleta, cuyos testimonios han servido para que las nuevas generaciones puedan conocer las causas y las consecuencias de esta gesta patriótica del 14 de Junio. La Juventud debe conocer su historia pues todo pueblo que no conoce su historia, tiende a repetirla.

lunes, 11 de junio de 2012

¿QUÉ QUIERE DECIR INFLACIÓN?

PROFESOR BOSCH

JUN 7
Publicado por movimiento30junio

Cuando un muchacho se pone a soplar un globo, decimos que está inflándolo, y después de haberlo inflado, lo suelta y el globo sube llevado por el viento, y sube tan de prisa que si no está amarrado a un hilito puede caerse en el techo de una casa o quedarse entre las ramas de un árbol. Pues bien, en economía, inflación quiere decir más o menos lo mismo; los precios de los artículos se inflan es decir, se ponen más altos, y comienzan a subir y a subir y si no se controlan llegan al cielo.

 Cuando a un globo se le suelta la soguita que le amarra la boca, el aire que tenía adentro le sale de golpe y el globo cae a tierra; entonces se dice que el globo se desinfló; y cuando los precios de los artículos bajan de golpe; se dice que hay una deflación.

Ahora bien, si lo que hace subir un globo es el aire que le mete el muchacho soplando, lo que hace subir los precios es la falta de producción suficiente; esto es, cuando hay 100 personas que están comprando camisas y no hay más que 50 camisas, el precio de la camisa sube al doble, por lo menos.

Pero ustedes deben fijarse que al subir el precio de un artículo automáticamente baja el poder de compra de la moneda. Por ejemplo, si la camisa valía 5 pesos cuando había 100 compradores y 100 camisas, al haber 100 compradores y solamente 50 camisas, éstas pasan a costar 10 pesos en vez de 5. Y eso quiere decir que el peso perdió la mitad de su poder de compra.

Cuando sucede esto se dice que la moneda se desvaloriza, y la moneda se desvaloriza cuando se produce menos de lo que se consume, sin necesidad de que el Gobierno tenga que dar una Ley quitándole valor a la moneda.

Cuando el Gobierno da una ley quitándole valor a la moneda, se dice que el Gobierno ha devaluado, pues quitarle valor a una moneda por ley es devaluar, o lo que es lo mismo, es disponer una devaluación. Por ejemplo, el Gobierno mexicano devaluó su moneda varias veces. En 1939, el peso mexicano valía 50 centavos de dólar. Esto es, estaba a dos por dólar; después pasó a estar a 5 pesos 65 centavos mexicanos por dólar, y por último pasó a 11 pesos 65 centavos por dólar.

Fíjense bien en que una inflación quiere decir subida de precios y por tanto, automáticamente, pérdida del poder de compra que tiene el dinero; que deflación quiere decir todo lo contrario de inflación; que desvalorización quiere decir que la moneda o el dinero pierde valor porque los precios de los artículos suben, y que devaluación significa rebaja del valor de la moneda por ley del Gobierno. Otro día, quizá mañana, hablaré con más detalle sobre este punto.

Hay otras causas de inflación, y entre ellas están las que usan los Gobiernos partidarios de la inflación, cosa que logran echando a la calle más dinero del que se necesita para cubrir las necesidades monetarias de un país, o la que proviene del abaratamiento de una moneda, cosa que ocurre cuando se echa a la calle una cantidad muy grande de moneda sin respaldo. Pero de esas causas hablaremos otro día.

Cuando hay inflación, es decir, cuando los precios suben, sube el precio de todas las cosas, y por esa razón los que tienen algo que puede venderse no se perjudican con la inflación.

Por ejemplo, si yo tuviera una casa y el costo de la vida subiera al doble, mi casa pasaría también a valer el doble. De manera que en un sentido yo no me perjudicaría. Pero si tuviera la casa alquilada por 100 pesos mensuales y la ley no me permitiera subir el alquiler me perjudicaría porque no podría seguir viviendo con 100 pesos; necesitaría 200, en vista de que la vida subió al doble.

Los que tienen una entrada fija y nada más que eso, como los empleados que viven exclusivamente de su empleo y los trabajadores que viven solamente de su salario, se fastidian en grande cuando hay inflación, sobre todo si no tienen medio alguno de lograr que se les paguen más. Por eso se dice que la inflación enriquece a los ricos y empobrece a los pobres.
Por ejemplo, los pensionados civiles y militares, que no tienen manera de presionar sobre el Gobierno para que les aumente sus pensiones sufren más que todo el mundo cuando hay inflación.

Los que tienen pólizas de seguro con la esperanza de dejarle a las familias una cantidad de dinero cuando se mueran pueden dejarle la mitad de lo que habían calculado si antes de morir la vida sube al doble, y mucho menos si la vida sube más. La inflación puede producirse por muchas razones, entre ellas unas involuntarias y otras voluntarias. Son involuntarias las que obedecen a una producción más baja de artículos de venta diaria, o bienes de consumo, como dicen los expertos cuando esa baja en la producción viene de malas cosechas o de falta de energía eléctrica o de causas parecidas; son voluntarias cuando las autoridades deciden provocar inflación dizque con el propósito de mantener la economía boyante. Pero lo mismo si su causa es involuntaria que si es voluntaria la inflación perjudica siempre a grandes mayorías y beneficia a menos; empobrece a los pobres y enriquece a los ricos.

Pues bien, en su discurso del viernes el Dr. Balaguer se decide partidario de la inflación provocada por medidas del Gobierno; y poco después de haber dicho que aquí hay que hacer “las reformas sociales destinadas a reducir el hambre y la desnutrición en que vegeta la mayoría de la población dominicana”, dice lo siguiente: “…creemos en el crecimiento económico, no es posible sin cierta espiral inflacionaria”. Porque según dice él, copiando al apóstol de la inflación provocada y mantener el bajo control —un economista norteamericano llamado Siege— “semejante política tiende a elevar la curva de la utilidad marginal del capital, estimula el ahorro y contribuye finalmente a aumentar la rentabilidad de la inversión privada”.

¿Saben ustedes lo que quieren decir en realidad esas palabras?

Pues quieren decir lo que yo expliqué: hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. De eso es de lo que es partidario el Dr. Balaguer, a pesar de que tiene conciencia de “el hambre y la desnudez en que vive la mayoría de la población dominicana”.

Y precisamente porque se da cuenta de esto último y lo reconoce y lo dice, y sin embargo declara que es partidario de una política inflacionaria. Creo que en este punto donde está la más escandalosa de las contradicciones en que cayó el Dr. Balaguer al pronunciar su discurso del viernes pasado.