La Expedición
militar antitrujillista que en junio de
1959,aterrizo en el
poblado de Constanza y
desembarco por las playas
de Maimón y Estero Hondo.
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Llegaron llenos de patriotismo,
enamorados de un puro ideal
Y con su sangre noble encendieron
la llama augusta de la libertad.
Su sacrificio que Dios bendijo
la Patria entera, glorificará
Como homenaje, a los valientes
que allí cayeron por la libertad.
Antecedentes.
A finales de los años de la
década de los cuarenta, una ola de frenesí libertario recorría por los corazones y
mentes de los pueblos de América Latina y el Caribe. La aspiración
por Gobiernos democráticos que se había
levantado a raíz de la victoria sobre el Eje, a fines de la segunda guerra
mundial desato por todas estas tierras americanas grandes luchas sociales y populares contra las Dictaduras que negaban el derecho
de vivir en dignidad y ultrajaban la libertad de estos pueblos.
El clamor se rego como pólvora; y, ya no hubo forma de parar esta
ola libertaria. En Argentina, Juan Domingo Perón, amigo de Trujillo, era derrocado el 19 de septiembre
de 1955. Julio Lozano Díaz en hondura (21 de octubre 1956) y Gustavo Rojas
Pinilla en Colombia (10 de mayo de 1957); en Cuba, Fulgencio Batista, cada vez
más, estaba acorralado por las guerrillas de Fidel Castro.
Entrando a los finales de la década
de los cincuenta la situación había empeorado. Para enero de 1958, el dictador Venezolano Marcos
Pérez Jiménez, fue derribado. En esa
furia libertaria e indetenible, Trujillo lo menos que podía estar, era sentirse
preocupado.
En esas tempestades, los vientos, definitivamente se llevaron de paro al Dictador Cubano
Fulgencio Batista. El día de año nuevo, en 1959, Batista huía de Cuba. Semana
más tarde, Fidel Castro, victorioso, al
frente del ejército rebelde entraba a la
Habana Cuba.
La caída de los Dictadores, especialmente
la de Pérez Jiménez y la de
Batista, preocupo a Trujillo y a sus partidarios. Trujillo ponía su barba en
remojo.
El espíritu solidario de la naciente revolución Cubana puso a disposición de sus compañeros y
hermanos dominicanos recursos materiales
y humanos para que continuaran la lucha
por la libertad y la justicia social en la patria de Juan Pablo Duarte. En esta oportunidad, el turno le toca a
Trujillo.
Los días 14 y 20 de junio de 1959,
patriotas dominicanos, que la dictadura mantenía alejado de la patria amada,
acometieron la invasión de su tierra natal. Los ataques fracasaron, pero
tuvieron desastrosas repercusiones para
el régimen. La inmolación de los héroes de junio promovió la agitación en vastos sectores de
juventud dominicana, que ya había sido conmovida por el mensaje de libertad de
la Revolución Cubana. Surgió un vasto movimiento clandestino, el movimiento 14
de junio, liderado por lo más preclaro de la juventud dominicana.
Alrededor de dos años mas tarde,el 30 de mayo,Trujillo caía abatido a tiros
por antiguos colaboradores y amigos; y,en menos de un año, la familia Trujillo
abandonaba el país.
El Desembarco
Leopoldo Jiménez Nouel
El Ejército de Liberación Dominicana, comandado por Enrique Jiménez Moya,
arribó a la República Dominicana el 14
de junio de 1959, en horas de la tarde, en un avión con camuflaje de las siglas
de la fuerza aérea de Trujillo.
El avión aterrizó en el aeropuerto
militar de Constanza, pueblo de montaña,
cercano a Jarabacoa, donde hubo enfrentamiento con los militares allí
apostados, antes de que el grupo se internarse en las montañas.
A pesar de estar planificada la llegada simultánea de los expedicionarios
por aire y mar, debido a situaciones no
previstas, la llegada de las embarcaciones en Maimón y Estero Hondo se produjo
seis días después y fueron atacadas tanto por la fuerza aérea como la naval,
con la consecuente pérdida de vida de gran número de expedicionarios.
En las montañas de Constanza, los expedicionarios se enfrentaron con las
tropas del gobierno. Muchos cayeron el combate, otros, denunciados por
campesinos o bajo las inclemencias del
hambre y el cansancio, fueron apresados. Fueron luego trasladados a las
instalaciones militares de San Isidro donde fueron fusilados y enterrados en
fosa común. De esta gesta sólo sobrevivieron cinco expedicionarios, Poncio Pou
Saleta, Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Germán y los cubanos Delio Gómez
Ochoa y Pablito Mirabal.
Los restos de varios expedicionarios de la gesta gloriosa del 14 de junio
de 1959 reposan en monumento levantado a su memoria por la Fundación de los
Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo.
Allí, se guardan también, fotos, cantimploras, botas, banderas, así como
diversos objetos personales de los expedicionarios.
Copiamos aquí la lista de los participantes en la gesta de junio de 1959,
elaborada por la Fundación de Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo..
Himno del 14 de junio
Llegaron llenos de patriotismo,
enamorados de un puro ideal
Y con su sangre noble encendieron
la llama augusta de la libertad.
Su sacrificio que Dios bendijo
la Patria entera, glorificará
Como homenaje, a los valientes
que allí cayeron por la libertad.
14 de junio, gloriosa gesta nacional.
Tus mártires están en el alma popular
hermanas Mirabal, heroínas sin igual
Tu grito vibrante, es el alma de la Patria inmortal.
Llegaron llenos de patriotismo,
enamorados de un puro ideal
Y con su sangre noble encendieron
la llama augusta de la libertad
Su sacrificio que Dios bendijo
la Patria entera, glorificará
Como homenaje, a los valientes
que allí cayeron por la libertad.
Música: Héctor Jiménez Letra: Vinicio Echavarría, Leandro Guzmán, Ángel
Concepción
El grupo de luchadores antitrujillistas que efectuó este hecho heroico, fue
entrenado militarmente en el campamento guerrillero ubicado en la finca «Mil
Cumbres», de la provincia cubana de Pinar del Río. Otro grupo que no llegó a
desembarcar, se entrenaba en «Madruga», provincia de La Habana.
La expedición fue organizada por el Movimiento de Liberación Dominicano,
con el concurso de los gobiernos venezolano y cubano.
Enrique Jiménez Moya, comandante en jefe del Ejército de Liberación
Dominicana, arribó al país el 14 de junio de 1959, a las seis y veinte minutos
de la tarde, en un avión pintado con las siglas de la fuerza aérea de Trujillo.
El aterrizaje se produjo en el aeropuerto militar de Constanza, una ciudad
dominicana enclavada en las montañas.
En el avión, piloteado por el venezolano Julio César Rodríguez y el
expedicionario dominicano Juan de Dios Ventura Simó, ex capitán de la Fuerza
Aérea Dominicana, vinieron cincuenta y seis combatientes. El aparato emprendió
vuelo después de dejar en tierra a los expedicionarios. El piloto venezolano
condujo el avión en su viaje de regreso.
El aterrizaje debió realizarse inicialmente en San Juan de la Maguana, pero
las condiciones atmosféricas imperantes en ese momento en la República
Dominicana, obligaron a los expedicionarios a dirigirse hacia Constanza.
Al pisar tierra dominicana, Jiménez Moya y sus acompañantes intercambiaron
disparos con militares que se acercaron al aparato para indagar sobre el
aterrizaje. Luego se internaron en las montañas. El arribo del avión se había
coordinado con la llegada simultánea de lanchas que conducían a los demás
expedicionarios, pero se presentaron inconvenientes que retardaron el
desembarco marítimo hasta el 20 de junio. En esa fecha, arribó al país por
Maimón la lancha «Carmen Elsa», comandada por el doctor José Horacio Rodríguez,
egresado de la Universidad de Harvard. Ese mismo día desembarcó en la playa de
Estero Hondo, la nave «Tinina» con José Antonio Campos Navarro, como comandante
de otro grupo que llegó al país en ella.
Un número considerable de guerrilleros que arribaron a la República
Dominicana por Maimón y Estero Hondo murieron en el desembarco cuando fueron
atacados por unidades navales y aéreas del régimen de Trujillo. El resto se
internó en las montañas, donde libraron combates con las tropas del gobierno
hasta que fueron apresados o muertos. Por su parte, los expedicionarios de
Constanza tenían instrucciones de no presentar batalla hasta que llegaran las
dos lanchas. Perseguidos por las tropas trujillistas, denunciados por
campesinos con los cuales establecieron contactos y bajo el permanente acoso
del hambre, los combatientes del Ejército de Liberación Dominicana, fueron
aniquilados poco a poco.
Amigo lector lector, no queremos dejar pasar por alto la conmemoración del
53 aniversario de un acontecimiento histórico que influyó en el futuro de
nuestro país, pues esta gesta fue la que marcó el principio del fin de la
tiranía más corrupta y sangrienta que haya tenido la República Dominicana en
toda su historia, nos referimos a la gesta del 14 de Junio del 1959, una gesta
patriótica cuyo objetivo era despertar la conciencia del pueblo dominicano ante
los crímenes, y abusos, además del oscurantismo en que vivía nuestro país, este
acontecimiento desenmascaró de manera contundente la forma sádica, criminal y
antihumana, que utilizaba el régimen de este hijo de Lucifer, llamado Rafael
Leónidas Trujillo Molina.
Este grupo de patriotas, compuesto por 155 dominicanos y 43 hombres
solidarios de diferentes nacionalidades, entre: cubanos, puertorriqueños,
venezolanos, norteamericanos y españoles, cuyas conciencia estaba enmarcada en
lo que se podría llamar, la fuerza del Internacionalismo Revolucionario y que
ofrendaron sus vidas para que este país, pudiera tener un respiro ante los 31
años de dictadura sangrienta, de crímenes injustificados, de persecuciones
implacables, de fomentación del Sicariato, asesinando personas en el extranjero
por el solo hecho de no compartir las ideas de este asesino.
Una tarde del 14 de Junio de 1959, aterriza en Constanza un avión C-47, con
el primer grupo de expedicionarios y más tarde el 20 de Junio de ese mismo año,
llega por Maimón y Estero hondo, las barcazas: “Tinina y Carmen Elsa”, con el
resto de los guerrilleros, pero estos no se imaginaban que ya el régimen de
Trujillo los estaba esperando con todo su poderío militar. Cañones, Tanques de
Guerra, aviones de los denominados P-51, y un contingente militar hicieron de
este grupo una masacre, los aviones lanzaron en las lomas de Constanza y sus
alrededores una gran cantidad de bombas de Nepal, de más de 500 libras,
arrasando con todo lo que encontraron a su paso.
Los guerrilleros fueron arrasados por el ejército Trujillista. En un
informe dado por embajada Norteamericana a la OEA., se especificaba que los
bosques habían sido arrasados y que toda su vegetación había sido reducida a
cenizas, como resultados de las bombas lanzadas por los aviones, los miembros
del grupo de patriotas fueron asesinados, los que no murieron en combates,
fueron apresados, torturados y enviados a San Isidro por órdenes del asesino
hijo del tirano, Ramfis Trujillo, quien después de torturar a los apresados los
fusiló inmisericordemente.
Sobrevivieron a esta masacre: Delio Gómez Ochoa; Almonte Pacheco; Mayo
Banex Vargas; Francisco Medardo Germán y Poncio Pou Saleta, cuyos testimonios
han servido para que las nuevas generaciones puedan conocer las causas y las
consecuencias de esta gesta patriótica del 14 de Junio. La Juventud debe
conocer su historia pues todo pueblo que no conoce su historia, tiende a
repetirla.
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