Todo problema político, científico o artístico, debe ser visto en
desarrollo; es decir, debemos verlo como es y cómo va a ser en el futuro
inmediato y también como va a ser más tarde e incluso como serán sus partes
cuando se descomponga. Si un problema político no se ve así, en su proyección
hacia el futuro, no sabremos nunca adónde nos conducirá lo que vamos a hacer,
lo que estamos haciendo o lo que hacen otros, incluyendo en estos a nuestros
amigos y a nuestros enemigos.
Ver el problema en sus distintas fases es ejercer el análisis desde el
punto de vista estratégico. El que ve así los hechos políticos lleva mucha
ventaja sobre los que ven los hechos como si fueran estáticos, es decir, como
si se conservaran siempre igual, lo cual es antidialéctico.
SIGNIFICADO DE LA DIALÉCTICA
(…) estuve hablando de la política nacional y de sus pequeñeces dije lo
siguiente: “Frente a este panorama quiero llamar la atención de ustedes hacia
un hecho que a mí me parece muy importante, porque tal como ocurre en todos los
fenómenos de la vida las leyes de la dialéctica operan también en la actividad
política. (…) la lucha que se genera y se mantiene en el seno de una sociedad
que al decir que la sociedad dominicana
estaba en un proceso de desarrollo no estaba refiriéndome al desarrollismo de
que hablan el Dr. Balaguer, el embajador Hurwicht y los partidarios del
sistema; hablo del desarrollo que se da en el seno de un conglomerado humano
como producto de las luchas de fuerzas opuestas. El concepto revolucionario de
desarrollo no es igual al que tienen Balaguer y sus seguidores o el presidente
Ford y el liberal McGovern. Para ellos desarrollo es el fortalecimiento
económico, militar y político de las clases y los grupos dominantes en los
Estados Unidos y en los países satélites de los Estados Unidos, aunque todos
los días se mueran de hambre millones de personas en el mundo entero. Si esas
minorías dominantes, que aumentan hora por hora la riqueza norteamericana,
amplían su poderío económico, militar y político (el de ellas y el de los
Estados Unidos), eso es desarrollo.
El concepto de desarrollo que estoy usando en esta conversación contigo es
el mismo a que me referí en el mensaje al Comité Central del PLD: hablé
entonces y hablo ahora de desarrollo como proceso de transformación; hablo de
desarrollo como una marcha de miles de siglos que nos ha traído a los seres
humanos desde la animalidad en que vivíamos antes aún de vivir en las cuevas o
cavernas, hasta el nivel en que nos hallamos hoy y el nivel en que estaremos
dentro de 200 ó 300 años.
Compañero Juan, usted ha dicho varias veces que todos los procesos tienen
que ser vistos en desarrollo; es más, ha explicado algunas veces, por lo menos
en conversaciones privadas, que el que no ve un proceso social o económico o
político en desarrollo no puede ser líder; y naturalmente nosotros entendemos
que eso quiere decir que en un desarrollo de cualquier aspecto hay varios
procesos. ¿Usted podría explicarnos eso?
Sí, claro. Como acabas de decir, en todo desarrollo hay una suma y hasta
una suma de sumas de procesos, y esas sumas pueden ser tan variadas y tan
complejas que una vida entera podría ser corta para estudiar todos los procesos
de un desarrollo determinado. ¿Qué dirías tú si esta tarde al llegar a tu casa
te encontraras en el patio con una mata de mangos parida, a pesar de que estás
viviendo en esa casa hace 20 años y nunca viste en el patio ni siquiera una
semilla de mango, mucho menos una mata, y menos aun parida? Lo lógico es que le
preguntes a alguien si llevaron esa mata y la sembraron ahí después que saliste
de tu casa, digamos, después de medio día, porque lo único que podría
explicarte a ti la existencia de una mata de mangos parida en el patio de tu
casa sería un trasplante hecho por medios mecánicos en dos o tres horas. Y si
tu papá y tu mamá te responden que nadie llevó la mata de ninguna parte; que
esa mata salió de la tierra a las tres de la tarde y empezó a crecer y a las
cuatro y media ya tenía más de diez metros y a las cinco comenzó a echar flores
y a las cinco y media las flores empezaron a convertirse en mangos, la reacción
tuya será pensar que tu papá y tu mamá creen que tú eres un nenito o que los
dos están locos o que tú estás dormido y soñando con que en el patio de tu casa
hay una mata de mangos parida.
¿Y por qué creerás esas cosas, o todas juntas o una de ellas?
Porque aunque tú no tuvieras la menor idea de lo que es el desarrollo como
resultado de la lucha de los contrarios, aunque jamás hubieras pensado que el
desarrollo de algo (sea material, intelectual, moral, social, político) es el
producto de la suma de muchos procesos, la vida (no ningún libro, no ningún
maestro sino la vida misma) te enseñó que cada mango tiene adentro una semilla,
y que una semilla de mango sufre un proceso que la convierte en una matita muy
pequeñita, y que esa matita, que durante un tiempo está dentro de la semilla en
la cual ha nacido, crece alimentándose de lo que la semilla tiene adentro, y
para que siga creciendo hay que enterrarla y pasa a sufrir otro proceso que le
permite echar raíces debajo de la tierra y ramitas y hojas fuera de la tierra,
porque sin eso no podría crecer, es decir no podría pasar a cumplir el proceso
que sigue, que es el del crecimiento para los lados y hacia arriba; y ese
crecimiento, esto es, ese nuevo proceso, lo hace tomando alimentos de la
tierra, del agua y del aire, así como cuando estaba en la semilla se alimentaba
de lo que tenía la semilla adentro; y cuando ha pasado el tiempo (algunos
años), y la mata está gruesa y alta, empieza a echar flores. Del corazón de
esas flores van a salir unos botoncitos que a su vez van a crecer alimentándose
de las flores, de manera que éstas acabarán desapareciendo para darles vida a
los botones, y eso es otro proceso. De esos botones, unos fueron tumbados por
la brisa y otros crecieron hasta convertirse en mangos chiquitos; es decir, ahí
se produjo otro proceso, el del paso de botones a manguitos, pero todavía
faltaba el proceso de que los manguitos crecieran y maduraran, y de verdes y
lechosos pasaran a tener colores y a ser dulces. ¿Cuántos mangos dio esa mata
en esa cosecha? Tal vez 400, tal vez 500, pero observa que todos salieron de un
solo mango, del mango que alguien se comió y en vez de botar la semilla la usó
para sembrarla; y ahí tienes tú en todo el desarrollo de ese mango, que pasó a
ser semilla, y de ahí pasó a ser una matita, y de ahí a ser una mata, y de ahí
a florecer y echar botones y tener mangos; ahí tienes tú un desarrollo en el
que se cumplieron varios procesos; es decir, una suma de procesos dio un
desarrollo natural que se reproduce millones y millones de veces, donde quiera
que hay mangos. Los mangos a que acabo de referirme pueden pasar por otros
procesos, pero no ya dentro del desarrollo natural que le corresponde a la
fruta que llamamos mango sino en otra esfera, en otro terreno; en el terreno de
los hechos sociales, pues o se los come la familia dueña de la mata o lo tumban
los tigueritos del barrio a palos o se venden en el mercado o hacen dulces con
ellos.
¿Crees que he explicado lo que quise decir cuando afirmé hace un rato que
en un desarrollo dado, cualquiera que sea, hay una suma de procesos?
¿Sí? Pues bien, repito lo que tú mismo has recordado que he dicho más de
una vez: el que no es capaz de ver intelectualmente, en su cerebro, que todos
los procesos son partes de determinados desarrollos; o lo que es lo mismo, el
que no ve el desarrollo como un fenómeno que se cumple a través de varios
procesos sucesivos, es decir, que van siguiendo uno al otro; ése no puede
dirigir políticamente a nadie. Ahora bien, los procesos que se van sumando para
dar un desarrollo determinado se cumplen, se realizan, se llevan a cabo a base
de la lucha de los contrarios, y en el terreno concreto de la actividad
política nacional, el desarrollo del PLD es la respuesta dialéctica, la de lo
nuevo que representa al porvenir a lo viejo que representa el pasado, al estado
de miseria moral e intelectual en que se ahoga la gente que (…)gobierna este
país y a la penosa incapacidad de los partidos, especialmente a una mayoría de
los partiditos de izquierda.
DIALECTICA
Compañero presidente, usted ha mencionado hoy varias veces la palabra
dialéctica. Ahora mismo acaba de pronunciarla, y a nosotros nos parece que en
los círculos revolucionarios dominicanos hay
confusión en lo que se refiere a ella. ¿Usted podría explicar para los
lectores de Vanguardia del Pueblo qué significado tiene la palabra dialéctica?
Bueno, trataré de hacerlo, pero con la salvedad de que se trata de un tema
bastante complicado. En primer lugar, debe entenderse que cada vez que hablo de
dialéctica me refiero a la dialéctica materialista, a la que Federico Engels
describió como la ciencia que estudia la evolución o las leyes generales del
movimiento y la evolución de la naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento.
Ahora bien, una cosa es la Dialéctica como ciencia, tal como la describió
Engels, y otra cosa es la dialéctica como método para investigar lo mismo los
fenómenos naturales que la sociedad humana que el pensamiento del hombre. Según
entiendo yo (y si estoy equivocado pido que se me rectifique), como método de
investigación la dialéctica es lo que nos permite identificar o descubrir a los
contrarios que luchan en cada proceso, o mejor dicho, en el caso concreto de
cada proceso (y lo digo así porque los contrarios en un proceso pueden no ser
los contrarios en el proceso que le seguirá dentro de una misma línea de
acontecimientos). La dialéctica como método de investigación es lo que nos
permite saber cómo llevan los contrarios su lucha hacia adelante, o cómo la
llevaron en un pasado histórico determinado. La dialéctica como método de
investigación les permitió a Marx y a Engels darse cuenta de que los contrarios
en la lucha social y política de su tiempo y del porvenir eran y serían los
obreros y los capitalistas, pero también les permitió ver que en el siglo XIII
los contrarios en lucha habían sido los señores feudales y los burgueses.
Creo que lo más importante en el uso (correcto, desde luego) de la
dialéctica como método de investigación es que nos permite hacer un análisis de
la lucha de los contrarios en los momentos diferentes que forman en conjunto,
por un lado, la totalidad del proceso, y por el otro, la suma de los procesos
que a su vez darán forma a un hecho histórico. En pocas palabras, el método
dialéctico de investigación, si es usado correctamente, nos permite comprender
los acontecimientos históricos en toda su riquísima complejidad y a la vez nos
permite comprender, también en toda su complejidad, un proceso limitado que sea
parte de un acontecimiento histórico; nos permite ver a un tiempo lo grande y
lo pequeño que se relacionan entre sí, que son los dos a la vez cada uno parte
del otro; nos permite, en fin, ver lo que se ve y ver lo que no se ve, y como
muy a menudo lo que no se ve es más importante que lo que se ve, el método dialéctico de
investigación nos orienta con precisión hacia la verdad.
Si te basta con lo que he dicho, me sentiré satisfecho de haber respondido
a tu pregunta; pero si no te basta tendré que pedirte que no sigamos con ese
tema que es demasiado abstracto (o elevado, para decirlo con las palabras del
pueblo) y puede cansar a los lectores.
(…) me veo en el caso de ampliar
esas palabras con otras que no dije en el mensaje, y esa ampliación consiste en
explicar que cuando hablaba de calidad estaba refiriéndome a una cualidad, a la
cualidad de lo nuevo; porque lo que nosotros estuvimos representando durante un
tiempo en el PRD era algo nuevo en el PRD, algo distinto a lo que era el PRD;
representábamos una posición nueva ante la vida y por tanto ante la política,
mientras que la generalidad de los que dirigían al PRD representaban lo viejo,
lo antiguo; representaban ideas atrasadas. Algunos de ellos hablaban de cosas
nuevas pero actuaban siguiendo ideas viejas. En la generalidad de esos
dirigentes no había la menor inquietud por las ideas nuevas y ni siquiera por
los hechos viejos. Peña Gómez, por ejemplo, dijo que él había hecho que una
convención del PRD (no recuerdo cuál) aprobara provisionalmente como tesis del
Partido de la Dictadura con Respaldo Popular, pero jamás leyó el libro donde
expuse esa tesis; hablaba de su antiimperialismo, pero creía que los liberales
de Washington eran luchadores contra el imperialismo.
En varios mensajes al Comité Ejecutivo Nacional del PRD hablé de la lucha
entre lo nuevo y lo viejo que estaba llevándose a cabo dentro del partido, y
esos dirigentes, encabezados por Peña Gómez, no entendieron ni jota. Era como
hablarles en árabe.
Y naturalmente llegó el momento en que sucedió lo que tenía que suceder:
que lo nuevo se separó de lo viejo y formó el PLD. Llegó un momento en que
dentro del PRD no podíamos convivir los partidarios de lo nuevo y los
partidarios de lo viejo porque dentro del partido había una lucha de clases y
los partidarios de lo viejo eran los jefes ideológicos y los representantes en
el PRD de los sectores de la derecha nacional no Balaguerista, o no wessinista,
pero derecha al fin, y como derecha tenía una cosa en común con el balaguerismo
o el wessinismo: su estrecho nexo con los que gobiernan en los Estados Unidos.
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