Era un día lluvioso, gris. Pero los jugadores de Huracán de Paso de la
Arena, un humilde club de esa localidad montevideana, no podían desaprovechar
el día de entrenamiento, teniendo en cuenta que, de continuar de la mejor
manera lo que resta del campeonato de la segunda división, podrían lograr el
ascenso tan deseado. Algo nunca antes alcanzado en la historia del club.
Por eso, el plantel no desperdiciaba el tiempo y realizaba esa mañana
ejercicios físicos en el gimnasio de la institución. De repente, uno de los
jugadores interrumpió la actividad, sorprendido por lo que, creía, estaba
viendo frente a las instalaciones del club.
"En determinado momento vemos que pasa el fusca celeste por enfrente
de la sede y uno de los jugadores dice, ¿Pero, no es el Pepe Mujica el que está
bajando del auto?. No es algo normal que en una mañana de entrenamiento veamos
tan de cerca al presidente", relató Carlos Rodado, director técnico del
equipo.
A partir de allí las actividades quedaron momentáneamente suspendidas, por
la lógica del inesperado suceso.
"Lo vimos que iba derecho a la ferretería con un paquete en la mano.
Le digo al técnico alterno, ¿qué te parece si vamos y hablamos con él?, ya que
sabíamos que el presidente había venido muchos años a jugar a la institución
donde estamos dirigiendo en este momento", contó Rodado a la emisora
argentina Radio 10.
"Así que fuimos y ahí estaba, con la tapa del inodoro debajo del
brazo. Nos presentamos, le comentamos que teníamos al plantel entrenando en
frente. Le pedimos si podía hablar un rato con ellos, compartir un momento en
la mañana de entrenamiento. Y bueno, gustosamente aceptó la invitación, entró y
fue saludado con aplausos. Había una gran alegría en el plantel. Se presentó
con cada uno, conversó con los muchachos. El sabe de los orígenes de la institución,
que es un cuadro de barrio, de mucho sacrificio, donde muchas veces no se
tienen todos los recursos y la logística necesaria para estar compitiendo
profesionalmente. Pero sabe que con mucho trabajo y actitud se pueden lograr
todos los objetivos en la vida, sobre todo una persona como él que también es
de origen humilde y llegó a ser presidente".
La charla con el plantel fue una suerte de aliento del presidente al
plantel, para que encaren lo que resta del torneo con esfuerzo y dedicación:
“Hay que salir adelante, trabajar mucho y tener los objetivos claros”, les
recomendó Mujica.
Como ex vecino del barrio donde se encuentra la institución, "se
comprometió a estar presente en el asado" si Huracán asciende a primera
división porque, según contó el DT, "se siente identificado con el club y
su situación".
A los jugadores les habló de la vida: "hay veces que el espíritu
humano puede más que cualquier hecho económico cuando no tenemos todas las
garantías en ese sentido", destacó Rodeo. Y añadió: "Su llegada es
como una bendición. Aunque nosotros sabemos que él es hincha de Cerro ".
El técnico y los jugadores se sorprendieron por la informalidad con la que
se mueve Mujica por la calle, porque, según resaltó Rodeo "la única
guardia de seguridad era su perrita Manuela, que estaba adentro del auto".
El hecho ocurrió el martes pero tomó estado público hoy gracias a las redes
sociales y a la repercusión en algunos medios nacionales, como el diario El
Observador.
No hubo prensa y las fotos reproducidas hoy fueron tomadas por algunos de
los testigos del hecho, que además se encargaron de hacer circular la
información.
Casualmente, estos días, en su audición radial, Mujica había reiterado que
su forma de vida era parte de su "libertad jurada". "No es una
carga ni una pose, es una filosofía decantada en años de privacidad",
dijo, en alusión a los casi 14 años que estuvo preso por pertenecer al
movimiento guerrillero "Tupamaros".
También ha dicho el presidente uruguayo que el cargo no tiene por qué
cambiar a las personas. "Para mí es un laburo (trabajo). Me baño y me voy
a trabajar", dijo alguna vez.
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